Dos individuos encapuchados atracaron ayer el supermercado Lidl situado en la carretera de Valverde armados con una escopeta de cañones recortados y una pistola, llevándose una cantidad que ronda entre los 4.000 y los 6.000 euros, según confirmaron a este diario fuentes de la Policía Nacional.

Los hechos sucedieron sobre las siete de la mañana cuando en el establecimiento, que aún no había abierto al público, se encontraba un grupo de trabajadores reponiendo mercancías, entonces los atracadores forzaron la puerta e intimidaron a una de las personas allí presentes, que, al parecer, era el encargado. Mientras uno de ellos le encañonaba, el otro vigilaba, según informó la empresa, que aseguró que no pudieron abrir la caja fuerte porque los empleados no tienen acceso a ésta.

Los dos individuos llevaban el rostro oculto con pasamontañas, y aunque no se les ha podido identificar la policía no descarta que tengan implicación en otros hechos delictivos ocurridos con anterioridad en la ciudad.

La empresa no pudo ofrecer más datos porque, según el responsable de esta tienda, "todo sucedió muy rápido y no pudimos ver si las armas eran de verdad ni cómo huyeron del establecimiento". Sin embargo, las cámaras del supermercado grabaron todo, lo que podría ayudar a la investigación policial.

Una vez huyeron, se avisó desde el establecimiento a la policía. La tienda abrió al público como cualquier otro día.

También ayer otros tres individuos perpetraron un hurto en la sucursal de la Caja Rural de Extremadura situada en la avenida de Pardaleras, de donde se llevaron una saca con 46.000 euros.

EN PARDALERAS Los hechos ocurrieron sobre las diez de la mañana cuando dos hombres y una mujer entraron en la oficina bancaria y mientras dos entretenían a los empleados hablando con ellos y haciéndoles preguntas el tercero, aprovechando el descuido, se llevó una de las sacas que acababa de entregar la empresa de seguridad que se ocupa del reparto del dinero.

Al rato de marcharse los tres individuos, los empleados echaron en falta la saca, hasta que cayeron en la cuenta de que habían sido ellos, entonces avisaron a la policía que montó un dispositivo de búsqueda sin que hasta el cierre de esta edición se supiera nada, según la Policía Nacional.

Por otra parte, sobre las dos de la tarde un hombre atracó con una navaja la farmacia situada en la avenida Conde de Barcelona, amenazando a la mujer que en esos momentos atendía el establecimiento y llevándose lo que había en la caja.