El presidente de la Audiencia suspendió ayer por tercera vez el juicio que se sigue contra cuatro acusados de tráfico de drogas por la ausencia de un testigo, por lo que se volverá a celebrar el 18 de marzo.

Este juicio tiene su origen en la detención de 4 personas en octubre del 2003, como consecuencia del registro de dos casas de la calle Campillo, en la que la policía halló 26 papelinas de cocaína y heroína, así como diverso material para la preparación de la droga y unas dependencias que se usaban como fumadero.

Ayer prestó declaración un testigo protegido, que reconoció haber tenido miedo a las consecuencias de su detención en el momento de prestar declaración ante la policía, así como negó haber recibido presiones de ésta o haber sido dirigido en sus declaraciones. Además, dijo no reconocer a ninguno de los cuatro acusados mirando detrás de un biombo, desde donde prestó declaración.

El fiscal solicita penas que suman 24 años de prisión --4 para cada acusado-- y 36.000 euros, mientras que los letrados de la defensa piden la absolución porque consideran que no hay delito de tráfico de drogas.