El joven de 29 años que mató a otro de 27 de tres disparos e hirió a un primo de éste en una reyerta dentro un bar de la avenida Juan Sebastián Elcano, la mañana de Navidad, compareció ayer ante la magistrada del Juzgado de Instrucción 1 de Badajoz, que asume el caso procedente del número 2, y prestó declaración por primera vez en sede judicial, según los letrados de la defensa, José Duarte, y de la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, Fernando Cumbres.

La comparecencia fue en el despacho de la jueza, con asistencia de los dos abogados y de un representante de la Fiscalía, que aborda el caso «indiciariamente, como un presunto delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas», a los que la acusación añade otro de intento de homicidio por la agresión a un primo hermano de la víctima, que lo acompañaba cuando ocurrieron los hechos la mañana del pasado 25 de diciembre, según corroboraron ambos letrados.

El acusado, que acudió desde la prisión de Badajoz custodiado por la policía, solo respondió a las preguntas de su defensor, negándose a responder a las de la Fiscalía y las de la acusación, reconociendo la autoría de los hechos y explicando cómo ocurrieron, confirmó Duarte.

La defensa volvió a solicitar la puesta en libertad provisional del acusado, por considerar que colaboró con la policía al avisar para entregarse, confesar los hechos y por haber «causa de justificación» para su actuación, pues «en Estados Unidos, esta conducta estaría justificada y mi cliente no estaría ni detenido», añadió.

El fiscal y la acusación se opusieron por entender que había «riesgo de fuga, de alteración y destrucción de pruebas y de influenciar a los testigos».

NUEVAS DILIGENCIAS / La jueza accedió a realizar nuevas diligencias. «si no en 72 horas, lo antes posible» propuestas por la defensa, como el visionado de las imágenes grabadas por las cámaras del local, acceso a los antecedentes de la persona muerta, aportación de un arma blanca de más de centímetros de hoja que encontró la Policía Judicial y «declaración como testigos protegidos de las personas que estaban en el local, para que no sufran represalias de los familiares de la víctima», explicó Duarte.

Por otro lado, Cumbres señaló que «no se descartan nuevas posibles imputaciones de personas que tienen relación con el acusado, pues «personas allegadas intervinieron de diferentes modos en los hechos», en asuntos como «la propiedad de la pistola utilizada para efectuar los disparos, o bien ocultación o destrucción de pruebas», añadió.

El abogado de la acusación en nombre de la familia negó, además, que el acusado colaborase tras su detención pues «no fue él quien llamó a la policía sino un familiar», y entiende que «no cabe causa de justificación porque le disparó a quemarropa en el corazón, como -dijo- se puede ver en el vídeo, pues todo está grabado en imágenes».