El anterior alcalde, Miguel Celdrán, se mostró en muchas ocasiones reaccio a la instalación de contenedores soterrados, una opción por la que se estaban decidiendo muchas ciudades y a la que Badajoz se resistió hasta que la empresa concesionaria del servicio municipal de limpieza, FCC, ofreció como mejora en su propuesta para quedarse con el contrato, colocar seis puntos de este sistema de recogida en el Casco Antiguo. El resultado está siendo tan satisfactorio, que el Ayuntamiento de Badajoz ya se está planteando ampliar los puntos de contenedores soterrados en el centro histórico, de los que ya se han instalado todos, el último en la calle Fernández Mejías. La inversión de la concesionaria ha superado los 260.000 euros y cada punto de contenedores subterráneos cuesta más de 40.000 euros.

El alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso, anunció ayer que si hay posibilidades económicas y el subsuelo lo permite se colocarán más contenedores subterráneos, solo en el Casto Antiguo porque en el resto de la ciudad está funcionando el sistema de carga lateral "relativamente bien" y además son una solución para espacios con aceras estrechas y con un importante impacto visual. Recordó que se han instalado en los lugares donde se han podido colocar, pues algunos han tenido que ser reubicados por los problemas encontrados en el subsuelo, como ha ocurrido en el último, previsto en la plaza de San Atón junto a Martín Cansado, donde se halló un aljibe. Según el alcalde, estos contenedores "dan un toque de modernidad a la ciudad", al mismo tiempo que sirven de prueba sobre su funcionamiento para que en su momento se puedan plantear instalarlos en otros puntos, pues no solo se tienen en cuenta factores de estética, sino que ocupan mucho menos espacio que los contenedores móviles en superficie.

"La ciudad gana mucho con estos elementos, pero hay que ir viéndolos", apuntó, al mismo tiempo que reflexionó sobre la oportunidad de haber optado por estas instalaciones después de otras ciudades, pues ha permitido introducir mejoras que subsanan las dificultades que otros han sufrido. Por ejemplo, mencionó que los de Badajoz tienen un punto de conexión para que en el caso de que falle su sistema eléctrico pueda subsanarse con el del camión de recogida para levantar los contenedores, rearmarlos e incluso sistemas manuales hidráulicos. También han mejorado en la capacidad, pues aunque en un principio se han colocado contenedores de 800 litros, se podría llegar a instalar de 1.100 en cada uno de los espacios.

De los seis puntos instalados, cuatro tienen 5 bocas y los otros dos cuentan con 4, en función de la capacidad de recogida que se calcula a la manzana que abarcan. Todos permiten la recogida selectiva, con bocas para basura orgánica, envases y papel. El vidrio lleva otro proceso pues depende de Ecoenves. Fragoso aseguró que los ciudadanos están usando estos nuevos contenedores y que su impacto se ha minimizado en entornos históricos.