Han pasado más de dos años y medio desde que la empresa Zojabad S.L., que construyó el edificio de los multicines Puente Real mediante una concesión municipal por 50 años, decidió marcharse. Desde entonces, el ayuntamiento pacense no ha conseguido que se reanude la actividad en este enorme inmueble, donde solo sobrevive un pequeño negocio de restauración. Los trámites administrativos han sido largos, hace ahora dos años el edificio ya pasó a ser de propiedad municipal y la última intención que había anunciado era que quería alquilarlo, pero el concejal de Patrimonio, Jesús Villalba, ha informado a este diario de que esta opción está descartada y lo que pretende es sacar de nuevo una concesión administrativa por un tiempo más corto, entre 6 a 8 años. Villalba subraya que la explotación será para cines "porque queremos que Badajoz tenga dos", aunque ha habido ofertas para otras actividades, desde discotecas a bares de copas.

En estos momentos el concejal está pendiente de recibir el anteproyecto de obra y reforma por parte de los servicios técnicos municipales para sacarlo a licitación pública. Es decir, antes de publicar el expediente de contratación, debe disponer de los datos de la situación en que se encuentra el edificio, que ha sufrido en este tiempo de abandono innumerables desperfectos. El ayuntamiento no asumirá los gastos de reparación sino que esta obra la tendrá que acometer quien se quede con la explotación de los multicines.

El gobierno local descartó la fórmula del alquiler porque la Ley de Bases de Régimen local y la de Patrimonio establecen que el coste del arrendamiento debe ser el 6% del valor del bien y en este caso, el resultado es una cuantía demasiado elevada, 250.000 euros anuales, "que nadie estaba dispuesto a pagar".

Villalba calcula que en septiembre podrá disponer de los informes de los servicios técnicos y a partir de ahí tendrá que sacar los pliegos administrativos para que se pueda preparar la concesión. El único negocio que sigue funcionado no entraría en el traspaso y seguirá pagando su alquiler al ayuntamiento.

Desde que cesó la actividad de los cines, el deterioro de las instalaciones ha sido paulatino, sobre todo en el exterior, donde se han caído muchas de las planchas de cristal, otras están apedreada y los restos esparcidos por el suelo sin que nadie los recoja, aunque han colocado vallas para impedir acercarse. También han pintado graffitis y desde fuera se pueden ver los locales del interior, algunos con todo el mobiliario y las máquinas de juegos. El ayuntamiento instaló cámaras de seguridad y, según Villalba, esta medida ha frenado en cierta medida el deterioro.

Vilalba defiende la excelente ubicación de este edificio, que tiene por delante un futuro prometedor, en cuanto abra la nueva sede de la Biblioteca del Estado y la de Caja Badajoz.