El Ayuntamiento de Badajoz acaba de licitar la obra para la construcción de un campo de fútbol 11 de césped artificial en la margen derecha, junto al edificio del seminario. El presupuesto base de licitación es de 675.134 euros y las empresas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 9 de diciembre.

La parcela sobre la que se levantará es la en la que inicialmente se iba a construir la piscina (que ahora se ejecuta junto al pabellón Juancho Pérez), a la que se añadieron algo más de 400 metros tras un acuerdo de permuta con el arzobispado, para que el campo pudiera contar con las dimensiones reglamentarias para acoger competiciones federativas.

Esta actuación, que el ayuntamiento anunció en el 2017, se financiará con 700.000 euros procedentes de la subvención de un millón de euros concedida por la Diputación de Badajoz con cargo al Plan Dinamiza, después de que ambas administraciones llegaran a un acuerdo extrajudicial para resolver el conflicto que vinculaba las ayudas al cumplimiento del catálogo de vestigios franquistas, tras las sentencias del tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) favorables al consistorio, que la institución provincial decidió no recurrir.

El solar donde se ubicarán el campo de fútbol 11 y el edificio de vestuarios proyectado tiene una superficie de más de 6.500 metros cuadrados y está situado entre las calles Manuel Saavedra Martínez, donde estará el acceso peatonal a las instalaciones deportivas, y la calle Miguel de Fabra. También habrá una entrada para vehículos de emergencia.

El proyecto contempla que el campo de fútbol 11 se pueda utilizar también como dos de fútbol 7, con el objetivo de dar servicio a los clubes de la zona, que desde hace tiempo se quejan de que no disponen de suficientes horas de entrenamiento en el Viejo Vivero. En la parte delantera del nuevo campo de fútbol se instalará un graderío y habrá un acerado perimetral de 1,5 metros de anchura, que quedará separado del césped artificial mediante una barandilla con postes y pasamanos de acero galvanizado. También se colocarán cuatro torres de iluminación, una en cada esquina del campo.

El cerramiento de la parcela tendrá 2,3 metros de altura, para evitar que los balones caigan a la calle Miguel de Fabra, y en las medianeras con el seminario, se colocará un muro de hormigón de 0,8 metros de altura y tubos de acero galvanizado (la otra medianera es con la nave de la ferretería Santo Domingo).

El edificio de vestuarios será de una única planta, de forma trapezoidal con control de accesos. Habrá dos vestuarios para equipos de fútbol 11 y otros dos para los de fútbol 7, así como otro femenino, tres para árbitros, una recepción y un botiquín. Además, contará con aseos públicos adaptados masculino y femenino, un almacén y dos cuartos de instalaciones. Tendrá dos accesos peatonales, uno por la avenida Saavedra Martínez y otro por el interior de la parcela. El plazo de ejecución de los trabajos, una vez adjudicados, será de seis meses.

Cuando el ayuntamiento decidió destinar 700.000 euros de la subvención de la diputación a la construcción de este campo de fútbol, el portavoz del equipo de gobierno, Ignacio Gragera, ya reconoció que la margen derecha sufre un «déficit» de instalaciones deportivas «público y notorio» y defendió que era de «justicia» cumplir el compromiso que se había adquirido con los vecinos para poner remedio a esta situación.