Una vez que el Diario Oficial de Extremadura ya ha publicado la aprobación definitiva de la modificación puntual para el Area de Renovación Urbana (ARU) del Campillo, por la que se ha extendido esta figura de protección a dos manzanas más de las que contemplaba el Plan General Municipal (PGM), el Ayuntamiento de Badajoz puede hacer uso de la posibilidad de expropiar las viviendas en las que no consiga llegar a un acuerdo para su adquisición. Aun teniendo esta capacidad, el alcalde pacense, Francisco Javier Fragoso, manifestó ayer que espera "no tener que utilizar" esta vía para que la Inmobiliaria Municipal se haga con los inmuebles que aún le quedan por comprar, y que son el 30% de los afectados por el espacio que se pretende recuperar.

El gerente de la Inmobiliaria Municipal, Luis Chacón, apuntó ayer que, por otra parte, el mecanismo de la expropiación les permitirá hacerse con viviendas en las que la negociación no es posible porque no hay interlocutor pues no existe documentación que acredite la propiedad, y de las que se están encontrando muchos casos. La expropiación permitirá contar con un intermediario que determine quién es el dueño. En estos casos, la inmobiliaria depositará el dinero y ocupará directamente.

El ayuntamiento ya ha invertido un millón de euros en estas adquisiciones, cantidad que no se incluye en la aportación para este plan, que es de más de 6 millones de euros por parte de las arcas municipales, con 4,2 que aporta el Gobierno central y 1,4 millones de la Junta de Extremadura. 12 millones en total, según recordó el consejero de Fomento, Víctor del Moral, quien apuntó que hay que tener en cuenta que la Inmobiliaria Municipal recuperará parte de lo invertido con la venta de las nuevas viviendas.

Fragoso presentó ayer la planificación de la rehabilitación del Campillo al consejero de Fomento en las Casas Consistoriales, acompañado del concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, y se acercaron a la Vía Rápida, donde había máquinas allanando terrenos en los que ha habido demoliciones. El alcalde apuntó que en los próximos tres años y medio el objetivo que se marcan es la rehabilitación de 103 viviendas, aunque en una primera fase serán la mitad.

Inicialmente está prevista, en la parte más alta, cercana a los jardines de la Galera, la construcción de 6 apartamentos y 44 casas unifamiliares (22 en una primera fase si no hay demanda) en hilera con una superficie de 150 metros cuadrados construidos y 115 útiles (en dos plantas y terraza), más garaje y trastero, en las que se dará la posibilidad a los compradores de distribuir los espacios interiores y elegir materiales del solado y carpintería. Contarán con un espacio común interior dotado de jardines y otro pequeño patio privativo en la planta baja. En las dos manzanas que ocuparán hay previstas una plaza y una calle, ambas de nueva creación.

Aunque la inmobiliaria ya dispone de un listado de interesados, se abrirá una convocatoria pública para que se inscriban los potenciales compradores. Fragoso animó ayer a quienes quieran informarse sobre esta promoción para que lo hagan en la Inmobiliaria Municipal.

La intención del equipo de gobierno es que a finales de este mes se presente el proyecto de urbanización y el básico sobre la tipología de las edificaciones en la que el diseño de las fachadas será lo que más expectativas genere, según señaló Rodolfo, quien argumentó que carece de sentido preservar la tipología y calidad de las viviendas existentes y añadió que ninguna de las demolidas estaba protegida.

La primera intervención incluirá habilitar un aparcamiento en superficie en el Baluarte de San Pedro, donde habrá espacio para 140 plazas. En principio se ha descartado el párking subterráneo, pero sí se acometerá en un futuro una excavación arqueológica para sacar a la luz los restos existentes. Lo que sí quiere el ayuntamiento, y así lo defendió el concejal de Urbanismo, es poner a cota cero la Puerta de Mérida.

CAÑO DE LA LOBA Asimismo, se recuperará el camino de ronda desde los Jardines de la Galera al baluarte, y se abrirá el Caño de la Loba, un pasadizo ahora oculto que comunica el parque de la Legión con el Campillo.

Durante la presentación del plan al consejero, el alcalde se refirió a las "dificultades" que se han encontrado. En primer lugar, la diseminación de la propiedad, que en muchos casos no está clara. Además de los problemas técnicos por la diferencia de cota entre la parte alta y la baja del barrio.