La Asociación Mi Princesa Rett podrá disponer del local que hasta hace un tiempo utilizaba Cruz Roja como guardería junto al parque Maruja Mayo, en Llera. El ayuntamiento ha cedido al colectivo estas instalaciones, con unos 250 metros cuadrados, para que cuente con un espacio en el que ofrecer sus terapias e incluso impulsar la investigación. El alcalde, Francisco Javier Fragoso, y la concejala del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), Rosario Gómez de la Peña, se reunieron ayer con el presidente de Mi Princesa Rett, Francisco Santiago, para formalizar este acuerdo, que permitirá a la asociación hacer uso del local durante 4 años, prorrogables hasta nueve (lo máximo que permite la ley).

Tras cerrar su guardería, Cruz Roja continuó utilizando estas dependencias para impartir talleres. El ayuntamiento recuperó las instalaciones el 23 de octubre del 2017.

Francisco Santiago explicó que Mi Princesa Rett ha contado hasta ahora con un pequeño local alquilado, en el que la falta de espacio limitaba las terapias que se podían ofrecer. Las nuevas instalaciones, que se adaptarán y equiparán para que puedan estar listas en «dos meses», permitirán que se amplíen los servicios, inicialmente de manera privada, pero con la intención de que en el futuro se puedan concertar con el Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y la Dependencia (Sepad) de la Junta de Extremadura. También será posible atender a personas con otras enfermedades del neurodesarrollo, una vez que se han modificado estatutos de la asociación, que acaba de integrarse en la Federación de Enfermedades Raras (Feder).

Las terapias que más requieren estas niñas (ahora atienden a seis) son psicomotricidad, fisioterapia y atención temprana. La idea, una vez cuenten con fondos suficientes, es incorporar la terapia psicológica y un simulador de robot para hipoterapia.

La asociación también ha comenzado a colaborar el Departamento de Biomecánica de la Universidad de Extremadura (Uex) para desarrollar futuras investigaciones sobre higiene postural.

Fragoso, por su parte, subrayó que con esta cesión la ciudad da un paso más en su «compromiso con las personas con capacidades diferentes» y recordó que llevan «mucho tiempo» trabajando con Mi Princesa Rett para encontrar un local que se adaptara a sus necesidades.