El Ayuntamiento de Badajoz acaba de dar un paso para empezar a utilizar los locales que la Junta construyó dentro del proyecto de la margen derecha del Guadiana, y que están terminados y sin uso desde hace diez años. La Comisión Municipal de Urbanismo aprobó ayer el informe de los usos de estos espacios que, definitivamente, se han definido como locales "para usos recreativos y culturales que potencien la función social del área", según explicó la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera. En esta definición entraría desde una pajarería a un bar de copas, pasando por una floristería.

La concejala destacó que se planteaba el problema de que al tratarse de una zona en la que no existía un proyecto por parte del ayuntamiento, tras el "esfuerzo importante de los técnicos" para determinar el uso de estos locales y después de buscar en el anterior Plan General de Ordenación Urbana, se ha llegado a este informe.

Este uso será extensivo para todos los locales, excepto el de mayor superficie, el único cuyo uso viene determinado en el proyecto de la Junta como club fluvial. Siendo así, este último espacio no podrá destinarse a poner en marcha una discoteca, como se pretendía, según Herrera, sino que este local deberá dedicarse a actividades acuáticas.

PASO IMPORTANTE La concejala señaló que este paso es importante, porque ahora el ayuntamiento ya podrá empezar a ver los proyectos que presenten los propietarios de los locales para poner en marcha negocios, "porque hasta ahora no los podíamos ver, pues no teníamos un soporte jurídico ni legal para dar una licencia a un bar o una mercería, ya que no se había determinado el uso de la zona". Según los datos de Herrera, en el ayuntamiento se han presentado ya cuatro proyectos, aunque desconoce cuándo podrán llevarse a efecto, pues hay que tener en cuenta que los locales deben cumplir con las dimensiones establecidas para los distintos negocios. "Ese va a ser otro problema", apuntó.

Herrera recordó que cuando el PSOE inauguró la obra del río se anunció que los locales se cederían al ayuntamiento. Pero luego la Junta los vendió. Según dijo la concejala, el ayuntamiento se hace cargo del mantenimiento de este espacio de la orilla del río, a pesar de que no ha recepcionado la obra.

SENTENCIA Por otro lado, Cristina Herrera dio a conocer ayer una sentencia del Tribunal Supremo, que da la razón al Ayuntamiento de Badajoz y confirma una multa de 9 millones de pesetas que el consistorio impuso en 1992 por la parcelación ilegal de la finca Malas Aradas, en la carretera de Valverde. El propietario recurrió y después de 12 años, ha habido sentencia.