El equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Badajoz emitió ayer un comunicado para negar que haya existido «injerencia política» en el concurso para contratar la limpieza de lo márgenes del río y de los arroyos Rivillas y Calamón. Respondía así a las acusaciones del grupo municipal socialista, que el viernes, tras la exclusión de Siex 2000 SL que fue designada en junio adjudicataria provisional del procedimiento de licitación, aseguró que con esta decisión se había impedido una «cacicada» en la adjudicación, por lo que felicitó a los funcionarios municipales al no haber sucumbido a «las presiones del PP» para favorecer a una empresa «de su red clientelar». Siex 2000 fue excluida por no justificar los criterios mínimos exigidos de solvencia técnica y la mesa ha seleccionado ahora la propuesta de la UTE formada por Saneba y Extrepronatur,

El equipo de gobierno tachó de «lamentables» las acusaciones del PSOE y recordó que en la mesa de contratación no ha participado ningún político, como establece la Ley de Contratos del Sector Público. Asimismo, señaló que cualquiera que acuse a las mesas de contratación de posibles irregularidades durante un proceso de licitación «está poniendo en duda la integridad de los funcionarios» del ayuntamiento. En este sentido, quiso mostrar «su más rotundo apoyo» a los técnicos municipales que han formado parte de esta mesa de contratación y criticó que el PSOE «haya atravesado una línea roja al poner en sospecha la honradez y la profesionalidad de los funcionarios públicos».

También el portavoz de Ciudadanos y primer teniente de alcalde, Ignacio Gragera, se pronunció en la misma línea en otro comunicado y exigió al PSOE y a su portavoz, Ricardo Cabezas, explicaciones urgentes, pues consideró que es «intolerable tratar de manchar el nombre del Ayuntamiento de Badajoz sin aportar una sola evidencia». Los socialistas habían reprochado a Gragera que no investigase «con decisión» este asunto pese a sus denuncias. Según el líder de Cs, el PSOE vuelve a «tirar la piedra y esconder la mano», porque se le solicitó información «para indagar en las posibles irregularidades» y no la ha facilitado. Asimismo, acusó a los socialistas de ejercer una oposición «desleal» con fines electoralistas y aseguró que Cs no consentirá «jamás» que se presione a los funcionarios municipales.