Ni los 18 meses de retraso respecto a la fecha prevista de entrega (julio del 2006), ni el incremento del precio de la construcción por la aparición de oquedades en el subsuelo, ni los gastos ocasionados a los futuros propietarios, van a ser motivo, en principio, de reclamación por parte del ayuntamiento. El alcalde de Badajoz, Miguel Celdrán, dijo ayer estar convencido de que cuando las familias que han adquirido los 154 pisos que ha promovido la Inmobiliaria Municipal y ha construido Ferrovial en el Fuerte de San Cristóbal entren en sus viviendas "su satisfacción posiblemente será infinitamente superior al enfado que tuvieran", porque "aquí no se trata de crear problemas sino de solucionarlos", dijo. Solo en caso de que posteriormente apareciese "alguna deficiencia o irregularidad palpable y notoria" el ayuntamiento intervendría.

Celdrán hizo estas declaraciones durante la visita a estas viviendas de protección oficial, cuyas llaves se entregarán hoy a sus propietarios. Estos pisos, que tienen entre 51 y 120 metros cuadrados (hay 10 de cinco dormitorios para familias numerosas) han costado entre 51.000 y 82.200 euros, cantidad a la que hay que restar las subvenciones.

El alcalde mencionó los problemas que se encontraron al inicio de las obras, cuando empezaron las excavaciones, por la aparición de cavidades en el subsuelo. La arquitecta, Beatriz Cáceres, explicó que el problema se debe a que en la parcela en la que se han construido estas casas hay una falla entre dos periodos. Las obras se pararon y hubo que buscar una empresa especializada, Cenosa. Nadie ayer se atrevió a analizar porqué el estudio geológico inicial no descubrió estas oquedades. Hay quien apuntó que el problema es que las catas son dispersas, pero también señalaron que el estudio que se hizo fue muy somero y que en cuanto Cenosa vio el mapa, supo lo que ocurría. La solución por la que se optó fue la cimentación con micropilotes de acero y hormigón que encareció el presupuesto inicial en 900.000 euros, que asumió la Inmobiliaria Municipal. Esta circunstancia retrasó la obra 14 meses. Posteriormente, los trabajos se han retrasado otros cuatro meses más.

Celdrán pidió disculpas a los adjudicatarios y se justificó diciendo que el ayuntamiento ha hecho las gestiones posibles.