El Ayuntamiento de Badajoz tiene un segundo plan para rehabilitar el abandonado mercado de Santa Ana, cerrado definitivamente hace tres años. La Junta de Gobierno Local acordó ayer presentar al Ministerio de Administraciones Públicas una solicitud de subvención para recuperar este espacio y convertirlo en Centro de Participación Ciudadana. El coste de ejecución del proyecto es de 700.000 euros, de los que el ayuntamiento se compromete a habilitar el crédito necesario para financiar la mitad si el ministerio aporta el resto.

Esta es una de las opciones que baraja para recuperar este edificio, el más representativo del racionalismo en la ciudad, y para el que también se plantea dedicarlo a ciberteca, biblioteca y guardería, proyecto que se ha incluido en la solicitud que el consistorio pacense ha presentado al plan Urban II. Según explicó ayer el concejal Francisco Javier Fragoso, se trata de aprovechar todas las posibilidades disponibles y llevar a cabo la que finalmente se apruebe, pues en el caso de que las dos solicitudes llegasen a buen término, siempre hay mecanismos para readaptar alguna de ellas.

LA PROPUESTA El proyecto para rehabilitar el antiguo mercado como Centro de Participación Ciudadana (firmado por la arquitecta municipal Begoña Galeano) consiste en adecuar ocho locales destinados a asociaciones, que se concederían a organizaciones como pudieran ser --recoge textualmente la propuesta-- la Asociación de Amigos de Badajoz, la Asociación Amigos de los Castillos o la Asociación Filatélica. Se adecuarán las dos plantas, con cuatro locales en cada una, más aseos y una recepción en la planta baja y una oficina y despacho en la alta. El sótano, con 110 metros cuadrados, se destinaría a almacén y archivo.

El edificio del mercado de Santa Ana está protegido e incluido en el Catálogo de Elementos de Interés Histórico Artístico de la Ciudad de Badajoz. El arquitecto responsable es Rodolfo Martínez. Fue proyectado en 1937 y se inauguró en 1939. Según recoge la documentación del proyecto, el diseño de este inmueble fue "totalmente revolucionario" para el Badajoz de su época, frente a los mercados decimonónicos de la llamada arquitectura de hierro.

PATOLOGIAS Respecto a la situación actual del edificio, del análisis de la estructura realizado mediante ensayos por un laboratorio especializado, se deduce la necesidad de intervenir en ella sustituyendo las losas en las zonas de voladizos para garantizar la estabilidad estructural, donde las patologías "son suficientemente importantes".

También plantea actuar mediante refuerzos de los forjados y soportes para mejorar las condiciones de deformación. Al mismo tiempo, tras la inspección visual general se ha observado un problema de conservación de las armaduras, que presentan oxidaciones y desprendimientos de espesores de recubrimientos y revestimientos, así como deterioros en los extremos de los voladizos. Además existen fisuras en los arranques de los pilares de las plantas baja y primera, principalmente en los que se encuentran en el perímetro del edificio.

El informe detalla al mismo tiempo que el forjado de la planta primera presenta numerosas zonas con humedad y que el contacto reiterado de las armaduras con esta humedad provoca corrosión.

De llevarse a efecto esta actuación, se restauraría la fachada utilizando los materiales y técnicas originales, mientras que en el interior se procedería a demoler los tabiques y desmontar los mostradores, los aseos y las cámaras del sótano y los falsos techos. La remodelación interior consistiría en una nueva distribución para permitir el uso independiente de cada uno de los locales.