El Ayuntamiento de Badajoz acaba de sacar a licitación la contratación de la redacción de una nueva ordenanza en materia de ruido. El motivo es que la actual data de 1997 y es coetánea al decreto de la Junta en esta materia, sin que tampoco haya sido modificado desde entonces. Según la Concejalía de Protección Ambiental, cuyo titular es Carlos Urueña, el principal defecto de la normativa actual es que se considera «desproporcionada» a la hora de delimitar las zonas saturadas de ruido, al marcar como espacio de respeto acústico un perímetro de 100 metros desde el último punto de medición y que afecta a la manzana completa. Esta situación provoca que se incluyan como ZAS (Zona Acústicamente Saturada) áreas de la ciudad donde realmente no hay ningún problema.

En Badajoz en estos momentos solo hay en vigor una ZAS, en el Casco Antiguo. Aprobada en el 2010, se renovó en el 2014 ampliando el área de influencia y de nuevo este, de manera que estará vigente hasta el 2021. La declaración de ZAS supone que se suspende la concesión de licencias urbanísticas y de usos y actividades de nuevos establecimientos que generan ruido, y el traslado de los existentes, como discotecas, salas de fiestas, cafés -concierto/teatro-, o venta de comida rápida cuya actividad pretenda desarrollarse en horario nocturno de 22.00 a 8.00 d ela mañana. En la ZAS se contabilizaron y existen 73 negocios del tipo antes mencionado y con la prórroga de esta declaración no se concederán nuevas licencias en la zona hasta 2021.

Desde la Concejalía de Protección Ambiental, cuyo concejal es Carlos Urueña, consideran que se hace necesario una nueva normativa que sea más acorde con la realidad y que legisle formas de medir el ruido más estrictas y fiables. «El objetivo último es proteger a los vecinos de Badajoz de cualquier tipo de contaminación acústica de manera eficiente y aplicando una normativa que no sea contraproducente para el desarrollo económico y comercial de los barrios», manifiesta Urueña.

La opinión del concejal del área es que la actual normativa del ruido «supone un freno para iniciativas de rehabilitación que involucren actividad comercial u hostelera». Como ejemplo, la concejalía cita el caso específico de El Campillo, donde muchas manzanas son consideradas ZAS y al día de hoy, prácticamente la totalidad del área urbana del Casco Antiguo está marcada como Zona Acústicamente Saturada.

Cuando entró en vigor la última prórroga de la ZAS del Casco Antiguo, ya desde la Concejalía de Urbanismo manifestaron que el nuevo equipo de gobierno se plantearía modificar la normativa para adaptarla a una nueva ley nacional del ruido, que es posterior a la norma autonómicad.

La redacción de la Nueva Ordenanza Municipal de Protección Ambiental en materia de Contaminación Acústica (OMPCCA) se ha sacado a licitación por un presupuesto base de 15.730 euros. Una vez que se adjudique el contrato, el borrador tiene que estar terminado antes de siete meses y debe aprobarse por el pleno municipal y someterse a exposición pública.