El Ayuntamiento de Badajoz está en negociaciones con los propietarios de la pequeña iglesia de Santa María, situada en la plaza que lleva su nombre, frente al Museo de la Ciudad, para complementar las instalaciones de la Concejalía de Cultura, que acaba de trasladarse al antiguo convento de Santa Catalina, del que formaba parte la mencionada iglesia.

Así lo anunció ayer el alcalde Miguel Celdrán, durante la visita que realizó por la mañana al edificio del convento, que se rehabilitó en el 2000 con el plan Urban y que ahora ha vuelto a someterse a obras para adaptarse a las necesidades como sede de la concejalía, con una inversión de 70.000 euros (entre rehabilitación y mobiliario).

El edificio, situado en la esquina con Soto Mancera, data de 1515 y fue convento de las Agustinas Calzadas hasta 1625, que lo abandonaron. Cuando el ayuntamiento lo compró estaba ocupado por viviendas y tuvo que realojar a los inquilinos.

La Concejalía de Cultura ha abandonado las dependencias que ocupaba en el edificio del Museo de la Ciudad, que ahora se ocuparán con pequeñas exposiciones de contenido etnográfico, según informó la concejala, Consuelo Rodríguez Píriz.