La rehabilitación de la ermita del Rosario y de la iglesia de la Consolación, así como la puesta en valor del aljibe, todos en el recinto de la alcazaba de Badajoz, son las «asignaturas pendientes», en las que el concejal de Turismo, Jaime Mejías, quiera avanzar para completar la recuperación del mayor monumento de la ciudad.

La intención del ayuntamiento es solicitar que sea la Junta de Extremadura la que financie la rehabilitación de las ermitas, construcciones con cinco siglos de historia, con los 1,3 millones que, según dijo, debería aportar al convenio firmado entre la Administración regional, el consistorio y el Gobierno central en el 2006, para «ponerse al día» e igualar las inversiones realizadas por estas dos últimas administraciones en la recuperación de la alcazaba.

El concejal explicó que desde Turismo se solicitó a la Dirección General de Patrimonio que sus técnicos valorasen el estado de las ermitas, tras lo que le remitieron un informe, pero lo que plantea es que la Junta dé un paso más y elabore el proyecto básico para rehabilitarlas. «Con esos 1,3 millones pueden hacerlo y ejecutarlo», defendió.

De la ermita del Rosario, de mediados del siglo XV, se conserva gran parte del edificio, salvo la fachada principal. Consta de una nave con capillas, una cabecera absidal y algunos nichos laterales (a lo largo de su historia se utilizó como polvorín y cementerio). La iglesia de la Consolación, que se estima que data del siglo XVI, está en peores condiciones y solo se conservan una nave rectangular con vanos, nichos y sepulturas, hornacinas y restos de una cripta de 1821.

Colectivos locales que trabajan en defensa del patrimonio han alertado en más de una ocasión de la urgencia de que estas construcciones sean puestas en valor, pues los desprendimientos, las humedades y la vegetación están provocando en ellas daños irreversibles.

El Plan de Fortificaciones ya contemplaba su recuperación para darle un uso hostelero, con el objetivo de ofrecer servicios a los visitantes de la alcazaba.

En cuanto al aljibe, el concejal de Turismo reconoció que su rehabilitación para convertirlo en una sala de exposiciones o centro de interpretación requerirá una inversión «muy importante», difícilmente asumible en solitario por el ayuntamiento.

1,5% CULTURAL / En este sentido, Mejías señaló que el proyecto podría presentarse a la convocatoria del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, como se hizo con el edificio de La Galera, que se está restaurando actualmente con cargo a esos fondos, y como se ha solicitado para recuperar el tramo de muralla entre la plaza Alta y la puerta de Carros (aún por resolver).

El aljibe, antiguo depósito de agua de la ciudad que estuvo operativo hasta que entraron en servicio los ubicados en La Luneta, cuenta con más de 1.200 metros cuadrados. Habría que dotarlo de accesos, escaleras e instalaciones de todo tipo para que fuera posible su uso como sala de exposiciones.