El Ayuntamiento de Badajoz está a punto de rematar la complicada operación urbanística de las llamadas Casas Baratas del Cebadero, en la calle Valladolid, de la barriada de la Estación. Según ha explicado a EL PERIODICO la concejala de Urbanismo, Cristina Herrera, sólo resta por alcanzar acuerdos con cuatro inquilinos del primer grupo, formado por 28 viviendas. El segundo grupo, con 30 casas, fue derribado y sus habitantes realojados.

La Inmobiliaria Municipal tiene ya licencia municipal de obra para levantar un bloque de 69 pisos, que se han ofrecido en propiedad a las familias de los dos grupos de casas.

Los vecinos que todavía permanecen en las antiguas viviendas han mostrado su inquietud por cuándo comenzarán los trabajos, pues el otro bloque fue derribado en verano del año pasado. La concejala ha asegurado que en año y medio o dos años la obra estará terminada.

Las antiguas viviendas del Cebadero son de propiedad municipal en alquiler. Fueron construidas en 1936. El Plan General de Ordenación Urbana aún vigente prevé su desaparición, la construcción de dos bloques de pisos en alturas y un nuevo vial.

PROPIEDAD A LOS FAMILIARES Sobre la situación de las familias que aún permanecen en las casas del primer grupo de viviendas, Cristina Herrera aseguró que ya se sabe cuántas acceden a ser propietarios de un piso en el nuevo bloque y aquellas que no han podido o querido acceder a esta posibilidad, y que serán realojadas en viviendas del ayuntamiento, como se ha hecho con el otro grupo.

Salvo un matrimonio, todos los inquilinos que permanecen en el Cebadero son jubilados, y algunos de ellos mostraban ayer su contrariedad porque no se les haya ofrecido la posibilidad de entrar en las nuevas casas de alquiler, pues a su edad necesitan que alguien los avale para poder solicitar un préstamo. También se ha ofrecido la posibilidad de que sea un familiar quien acceda a la propiedad, situación que los deja a expensas de vivir en casas que no son suyas.

Herrera defiende que a pesar de ser una operación muy complicada, y haber coincidido una fase con la época de elecciones "se está resolviendo muy satisfactoriamente, pues se les ha pagado el traslado, aparte de la luz y el agua, los alquileres y todos los medios necesarios para que se haga lo mejor posible, lo que no se puede es regalar a nadie una casa nueva por una casa vieja, que es lo que quieren ellos". Las viviendas que construirá la Inmobiliaria Municipal son de protección oficial.

Según los datos de la concejala, el 90% de los inquilinos ha accedido a la propiedad de uno de los nuevos pisos.