La cafetería La Marina, en la esquina de San Francisco con la plaza de Minayo, cierra mañana pero no por mucho tiempo. Al menos eso es lo que espera el Ayuntamiento de Badajoz, propietario del local, que ahora tiene que estudiar si vuelve a adjudicar el alquiler por concurso o mediante subasta, manteniendo siempre su uso hostelero, según confirmó ayer el concejal de Patrimonio, Jesús Villalba, quien aseguró que ha atendido ya 7 consultas de empresarios interesados en sacar adelante este céntrico negocio.

Los actuales adjudicatarios, la empresa Ruade del Grupo Ruiz, ya han manifestado al ayuntamiento que no están interesados en seguir con este negocio, en palabras de Villalba. Mañana cierran y las llaves tienen que entregarlas el día 10 de marzo. El contrato que ahora expira ha sido por 10 años improrrogables y el concejal comprende que el alquiler no era asumible porque se le ha ido aplicando el incremento del IPC cada año. Según establece la Ley de Haciendas Locales la renta que se debe aplicar debe ser el 6% del valor del local, que se ha recalculado por los técnicos municipales en 560.000 euros, con lo cual el alquiler anual sería de unos 33.600 euros.