Las baldosas de la plataforma única no soportan los coches

Algo falla en la pavimentación de los últimos espacios urbanos convertidos en plataforma única allí por donde discurre el tráfico rodado.

Primero ocurrió en la calle Menacho, donde se han llegado a reparar hasta en tres ocasiones las baldosas rectangulares partidas y sueltas en los cruces con las calles Guardia Civil y Vasco Núñez. Ahora el problema se ha repetido en la obra de la plataforma de Minayo, que se estrenó hace poco más de cinco meses, y ya se han roto y levantado las losetas colocadas en el paso de peatones que une esta plaza con la de San Atón, y en el que atraviesa Juan Carlos I, en la esquina de la iglesia de San Juan Bautista.

El ayuntamiento ha confirmado que esta segunda obra está aún en garantía y que la constructora, Ferrovial, reparará los desperfectos, una actuación que ya inició ayer en el paso de peatones de Juan Caros I.

Uno de los arquitectos que diseñó la nueva plaza de Minayo, Jaime Olivera, apunta que a ellos no le han consultado y que tal vez había que hacer un estudio sobre las causas para determinar la solución a adoptar. Olivera no se atrevió a señalar los motivos por los cuales las baldosas se rompen, solo apuntó puede ser porque el material es poco flexible, o el mortero no tiene la suficiente adherencia para una zona con tráfico.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Menacho, Emilio Doncel, por su parte, se queja amargamente de los problemas que está dando esta obra. Ahora están hundidos la mitad de los parterres de los árboles. Sin querer --dice-- excusar a los políticos, Doncel señala que son los técnicos los que determinan cómo se hace la obra y con qué materiales.