Cuando se acabe el año el Banco de Alimentos y Cruz Roja habrán repartido más de tres millones de kilos de comida entre cerca de 300 colectivos y entidades que atienden a casi 50.000 beneficiarios en la provincia pacense. Pero en el 2012 será díficil mantener estas cifras con el recorte que sufrirá la ayuda que hasta ahora llegaba de la Unión Europea de producciones agrarias excedentarias, que en España canaliza el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) y que para ambas oenegés representa la principal vía de suministro de mercancía.

El Banco de Alimentos prevén un recorte de más del 50% en la cantidad de alimentos que reciben anualmente de Europa y en Cruz Roja estiman que podría alcanzar el 75%. Ninguna de las dos organizaciones se plantea reducir el número de beneficiarios, pero son conscientes de que dispondrán de menos de la mitad de alimentos para repartir.

Por eso ya trabajan en la búsqueda de vías alternativas que compensen el drástico recorte europeo, que llega justo cuando la demanda de solicitudes de ayuda que reciben las organizaciones es más elevada que nunca.

"Hemos pasado por otras crisis y las hemos superado. Tendremos que buscar más ayuda de los fabricantes y de las administraciones", aseguró Carmen de Aguirre, presidenta del Banco de Alimentos de Badajoz, quien lamentó que un tribunal europeo haya dado la razón a Alemania, que impugnó--apoyada por Suecia-- el uso de estos fondos (unos 500 millones de euros al año) que se dedicaban a la compra de alimentos para repartir entre las familias más necesitadas.

"A nuestros usuarios (unos 30.0000) los podremos mantener más o menos, porque si antes dábamos cuatro kilos de azúcar, ahora daremos medio. Pero vendrán más a los que tendremos que decir que no", explicó Carmen de Aguirre. Y es que teme que parte de la demanda que hasta ahora ha venido atendiendo Cruz Roja --cuya única vía de suministro de comida es Europa-- recurrirá al Banco de Alimentos, que además de la comida que llega a través del Fega, recibe excedentes de empresas y fabricantes.

De Aguirre insistió en que el papel de estos colaboradores y de las administraciones será fundamental el próximo año para que se puedan atender las necesidades en la provincia. En este sentido, señaló que tiene previsto solicitar en septiembre una reunión con el presidente de la Junta, José Antonio Monago, así como a los responsables de diferentes cajas de ahorro y bancos para que ayuden a superar este bache. "Confío en que las instituciones se pongan las pilas y piensen en quien lo está pasando mal y no en fiestas y actos superficiales", dijo.

En Cruz Roja también miran el futuro con cierta incertidumbre, pero su objetivo es seguir atendiendo a todos los colectivos a los que hasta ahora han estado distribuyendo alimentos. Este año repartirá más de 550.000 kilos entre 146 entidades con 18.800 beneficiarios.

Su responsable de Comunicación, Jesús López Santana, explicó que para ello están buscando vías alternativas. Una de ellas sería ampliar el 1% que ahora las asambleas locales destinan a emergencia social, que se ha venido utilizando en muchas ocasiones para cubrir necesidades perentorias de familias sin recursos (cesta de la compra, abono de recibos, vales de supermercado). Además, abogó por aunar esfuerzos con otras entidades para cubrir la demanda.