A falta del recuento definitivo, pues todavía hay bares que están entregando las papeletas de votaciones, el balance que realiza la Asociación de Empresarios del Casco Antiguo (Aecab) de la cuarta edición de la Feria de la Tapa, que acaba de concluir, es muy positivo, tanto en el número de bares participantes (33), la calidad y la presentación de las tapas, como el servicio prestado y por supuesto, la afluencia de clientes.

Según los datos del presidente de la Aecab, Jacinto Mendoza, la media de tapas servidas los fines de semana ha estado entre las 500 y las 600, cifra que bajaba los días laborales, pero aun así, la media rondaba entre las 30 o 40 tapas, una cantidad que también es significativa en el trabajo diario de un bar. Mendoza cuenta como curiosidad que uno de los establecimientos participantes, que incluía en su tapa estrella el huevo como ingrediente, llegó a gastar un fin de semana (de viernes a domingo) 100 docenas de huevos, que son 1.200 huevos, una cifra que difícilmente el responsable de este bar podía prever. En algunos bares se han acabado las tapas en algunos momentos y los afectados comentaban que no había sido por falta de previsión sino porque, sinceramente, no esperaban tal afluencia de clientes.

La edición de los planos con la ubicación y la oferta de cada bar también ha sido muy alta. La asociación ha sacado a la calle 30.000 planos y aunque Mendoza reconoce que muchos se pierden, casi se ha triplicado la del año anterior. Mendoza también destaca que cada año se cuida más la elección de la tapa estrella por parte de los encargados de la cocina. Años atrás había muchas tapas frías y ahora se arriesgan más para servirlas calientes, con lo que eso conlleva de manipulación y de tiempo de espera para el cliente. Aun así, cree que el servicio en general ha sido muy rápido.

En cuatro ediciones este certamen se ha consolidado. Por un lado, cada año se suman más bares a la feria, que empezó con 14 establecimientos, el año pasado fueron 21 y éste han llegado a 33. Mendoza apunta que quedan muy pocos establecimientos asociados fuera de la feria, destaca que en otras ciudades de la región "se nos ha imitado" y hay poblaciones que ya están organizando ferias y concursos de tapas. "Lo estaremos haciendo medianamente bien", deduce. El presidente asegura que todos los que han participado este año están con ganas de repetir el año que viene.

Sobre la posibilidad de ampliar la duración de la feria o celebrar otra en primavera, Jacinto Mendoza afirma que "las cosas deben tener su tiempo y si hiciéramos más de una edición podríamos caer en la rutina". La feria dura el mes de noviembre, suficiente según el presidente de la Aecab porque a partir de ahora empiezan las comidas de empresa, cenas de amigos y a los bares le resultaría complicado.