Decir que Badajoz es una ciudad sucia se ha convertido en un tópico, pero no por ello deja de ser una verdad como la copa de un pino. Añadir que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia es otra afirmación indiscutible. Y agregar que la última responsabilidad de buscar una solución efectiva recae en el ayuntamiento es, sin más, una evidencia. Llevo años oyendo reprimendas a los ciudadanos que no sacan la basura a su hora y que los contenedores están llenos todo el día esparciendo un olor nauseabundo. No conozco a nadie que haya sido multado por bajar la basura camino de la oficina a primera hora de la mañana. Pero ya he escuchado a más de uno reclamando que si los ciudadanos no se atienen al horario, debería ser el horario el que se ajustase a las necesidades ciudadanas y si es constatable que hay contenedores llenos durante el día, la solución puede pasar por que el camión de recogida no sólo pase de noche, sino que haya varios recorridos a lo largo de la jornada. Llevo años oyendo que el servicio de limpieza de esta ciudad se iba a privatizar. No estoy segura de que esa sea la salida más correcta, pero lo que sí sé es que lo que hay, no funciona.