TLta jerarquía católica española se ha apresurado a bendecir la victoria electoral del PP y a manifestar su apoyo a Mariano Rajoy . Es natural y lógico. Pero a continuación tengo que decir una cosa por completo lógica y natural también. Quiero ver a los obispos españoles echándose a la calle a manifestarse con sus prosélitos si el PP no deroga las leyes del aborto, del matrimonio homosexual, de las parejas de hecho, de los cuidados paliativos, de la investigación con células madre y demás normas de este tenor condenadas por la Iglesia, lo mismo que hicieron contra Zapatero cuando las promulgó. Rajoy no las va a derogar. Sí intentará lavarles la cara, haciendo creer que las reconvierte a los parámetros católicos, pero dejando intacto lo esencial de las mismas. Es decir, hará un ejercicio maestro de hipocresía, secundado por la Conferencia Episcopal que, por supuesto, no le condenará ni se manifestará contra él como hizo con Zapatero.

Esta va a ser la legislatura del desenmascaramiento de las grandes hipocresías, de las grandes falacias y de las grandes mentiras. Rajoy mantendrá intacta la esencia del acervo normativo de Zapatero y los obispos no dirán nada. Rajoy asumirá el Estatut contra el que presentó recurso de inconstitucionalidad. Rajoy intentará endosar los cinco millones y medio de parados que habrá en 2012 y la nueva recesión a Zapatero. Y así empezará la deconstrucción de Rajoy. Porque pronto la gente empezará a no creerle.

En la muy católica Bélgica existe desde hace años una avanzada ley de eutanasia y allí los obispos no se han manifestado. En toda Europa, incluida la caólica Italia, rigen leyes similares a las españolas, sin que los obispos se hayan manifestado jamás. En Italia, además, ningún obispo se manifestó contra el primer ministro corruptor de menores. En la Europa laica donde el 95% de la enseñanza es pública, jamás se han manifestado los obispos en la calle contra los gobiernos legítimos. En España lo han hecho siempre contra los gobiernos de izquierda, pero permanecen callados cuando gobierna la derecha aunque ésta mantenga las leyes citadas.

Está muy bien eso de bendecir y ofrecer apoyo espiritual al gobierno de la derecha. Con eso lo que hacen los obispos es retratarse. Pero ni el nuevo presidente va a darles ese gusto ni ellos le darán disgustos al nuevo presidente. Todo muy bendecido y muy hipócrita.