TDticen que hoy va a cambiar el mundo. Hoy, toma posesión Barack Obama como 44 presidente de los Estados Unidos de América. El hecho de que sea negro, su abierta ruptura con la era Bush y su mensaje moderno y conciliador ha hecho albergar esperanzas de cambio en el planeta. Es un progresista, aunque no al modo de cómo muchos entienden el término en Europa porque, más que eso, es estadounidense y asume, con gusto y facilidad, toda la tradición, todo el discurso y todos los sueños de un país hecho a sí mismo.

Llama la atención, sobre todo en esta España nuestra abocada permanentemente al abismo de nuestra propia estupidez, o sea, anticlericalismo tramontano camuflado de chispeante laicismo romo, la presencia religiosa en todo el ceremonial. Allí no se andan con complejos pacatos ni con hipocresías mediáticas. Saben encumbrar lo mejor de sus tradiciones. Por eso tienen la más formidable democracia del mundo. Por eso, su Constitución impecable e inalterada. Por eso, también, abanderan la lucha por los derechos civiles, la prensa libre y la separación de poderes. Tienen defectos, como todos, pero saben renovarse como ninguno.

Dentro de los actos oficiales, que comenzaron el pasado sábado, participará, en el Lincoln Memorial, el obispo anglicano Gene Robinson , declarado públicamente homosexual y activo defensor de los derechos civiles de los gays. Su intervención será previa a la ceremonia de hoy, que se iniciará con una oración de invocación pronunciada por el pastor Rick Warren , en las antípodas del anglicano. La bendición final la pronunciará el reverendo negro Joseph E. Lowery , colaborador de Martin Luther King . Entretanto, Obama jurará o prometerá su cargo sobre la Biblia que usó Abraham Lincoln en 1861. Obviamente, la Constitución no exige la presencia de la Biblia pero es algo que se asume sin problemas y las únicas excepciones fueron las de J.Q. Adams (1825), que lo hizo sobre un libro de leyes de EEUU, Roosevelt (1901), que tuvo que asumir con urgencia el cargo por homicidio del presidente, casi lo mismo que le sucedió a Johnson , que lo hizo sobre un misal tras el asesinato de Kennedy .

Las últimas palabras de Obama en la ceremonia serán "Que Dios me ayude". Afortunadamente, a los autobuses de Washington aún no llegó la publicidad atea.