La Biblioteca Municipal del Cerro de Reyes reabrió ayer en su nueva sede de la calle Santa Luisa de Marillac tras las obras de reforma de parte de los salones de la antigua parroquia, que el arzobispado ha cedido al ayuntamiento por un periodo de diez años. La biblioteca vuelve a prestar servicio dos meses y medio después de que el equipo de gobiernos decidiese cerrar el antiguo edificio, en una explanada junto a la avenida Luis de Góngora, a causa de la agresión que sufrió el bibliotecario y los continuos actos vandálicos contra las instalaciones.

Sobre el futuro de la antigua sede, el alcalde, Miguel Celdrán, que visitó ayer la nueva biblioteca, explicó que hace unos días ha pedido a la Concejalía de Cultura que remita un escrito a la Junta, propietaria del edificio, para que se haga cargo de las instalaciones y sea esta Administración la que decida el uso que crea más conveniente. "Ojalá sea para otro servicio necesario en el barrio", añadió el alcalde.

Celdrán recordó que en la adecuación del local --con 115 metros cuadrados-- se han invertido más de 30.000 euros y destacó que con el traslado se "ha ganado en ubicación porque es infinitamente más céntrica y, por tanto, de más fácil acceso", por lo que confió en que se incremente el número de usuarios. Las obras de reforma han consistido en la reparación del tejado, la construcción de dos aseos --uno de ellos adaptado para personas discapacitadas--, la renovación del sistema eléctrico y la instalación de climatización.

En la nueva biblioteca se han instalado cinco ordenadores con conexión a internet y el resto del espacio se ha dividido en mesas de lectura y una zona para los más pequeños. El alcalde dijo que además de los fondos bibliográficos, los vecinos podrán consultar la prensa diaria, ya que han decidido suscribirse para que los mayores también se animen a visitar la biblioteca.

Celdrán visitó las instalaciones acompañado por la concejala de Cultura, Consuelo Rodríguez Píriz, el portavoz municipal, Francisco Javier Fragoso, la concejala de Asuntos Sociales, Rosario Gómez de la Peña, las concejalas socialistas Isabel Franco y Antonia Márquez Anguita, el párroco del Cerro de Reyes, Manuel Malagón, y el vicario, Antonio Muñoz Aldana.

Márquez Anguita quiso felicitar a los vecinos por la reapertura de la biblioteca, pero insistió en que el grupo municipal socialista sigue pensando que el traslado no es "la mejor solución" para plantar cara a los vándalos. La concejala del PSOE aprovechó para demandar más inversiones en todas las bibliotecas y salas de lectura municipales "porque la gran mayoría no están aptas".

El cambio de ubicación de la biblioteca no ha estado exento de polémica, ya que tampoco desde la asociación de vecinos, los colegios y las ampas se apoyó esta decisión, sino que se pidió que se mantuviera en su anterior ubicación y el dinero de la reforma se destinase a vigilancia y otras medidas de seguridad. Ante la ausencia de representantes vecinales en el acto, Rodríguez Píriz explicó que había cursado una invitación a la presidenta de la asociación de vecinos, Isidra Méndez, y a los directores de los dos colegios del barrio.

Pero Méndez aseguró ayer que no había recibido "hasta la fecha" ninguna invitación. "Espero que sea por un retraso en el correo", apuntó. En cuanto al anuncio del alcalde de devolver a la Junta el antiguo edificio de la biblioteca, la presidenta del Cerro de Reyes señaló que solicitarán a la Administración regional que ceda el inmueble al colectivo vecinal para sus actividades "porque si se queda vacío mucho tiempo nos vamos a quedar con los cuatro ladrillos", dijo.