Además de las consecuencias directas que el derribo de dos plantas del Cubo de la Facultad de Ciencias de Comunicación tiene para la comunidad universitaria, esta obra --que está previsto que comience mañana por decisión judicial-- acarrea efectos colaterales en las instalaciones de la Biblioteca de Extremadura (Biex), que verá reducir sus espacios para albergar despachos que ahora se eliminan en la facultad, aunque la intención de los responsables es que los usuarios no se vean afectados lo más mínimo, según insiste su directora, Julia Inés Pérez.

A finales de mayo salió publicado en el Diario Oficial de Extremadura (DOE) el anuncio de la contratación de la obra a cargo de la Universidad de Extremadura de la reforma para acondicionar las aulas y despachos de la facultad en el espacio que van a ocupar en la parte que cede la Biex, de los que 130 metros cuadrados aproximadamente son de la llamada galería del depósito, conocida así por su forma alargada, y una sala de 35 metros cuadrados. En total se ceden 165 metros cuadrados, donde ahora hay material bibliográfico, publicaciones y grabados, discos y fotografías. Las mismas medidas de conservación que se le aplican en estos momentos se trasladarán a la nueva ubicación.

De forma coordinada con la Uex, la biblioteca está planificando detallada y exhaustivamente todos los pasos para mudar y trasladar el material que ahora alberga este espacio y reubicarlo en otro lugar del edificio. Todo el material bibliográfico y en otros soportes que ocupaba lo que se cede se reubicará en lugares de trabajo, donde hay personal con todo su mobiliario, que se trasladará a otra sala. La directora reconoce que, necesariamente, "vamos a quedar ahora más constreñidos", pues todo lo que ocupaba esos 165 metros hay que volver a colocarlo. A pesar de estos cambios "la biblioteca puede seguir funcionando".

La Biex se va a quedar en la planta baja sin la sala de juntas, donde se va a ubicar la fonoteca y la fototeca (que estaba en el espacio que se cede a la universidad), que compartía espacio con la sede de la Unión de Bibliófilos de Extremadura (Ubex), a la que el ayuntamiento se ha comprometido a buscar un nuevo local, que aún no ha trascendido. Para Julia Inés Pérez, será otra pérdida para la Biex, que dejará de tener cerca esta institución cultural, que ha tenido aquí su sede desde los inicios de la biblioteca. También se tendrá que habilitar un espacio de almacén, donde guardan material diverso.

La directora de la Biex ha querido poner de manifiesto la enorme tarea que están sacando adelante los trabajadores de la institución para que "se cause el menor perjuicio posible a los usuarios", porque su objetivo es no tener que cerrar ningún día y, si hubiera que hacerlo en último extremo, "sería en momentos muy puntuales" e informarían con antelación. "Estamos haciendo encaje de bolillos para que todo esté muy medido y muy coordinado, porque también va a haber movimiento de personal", señala la directora. "Todos son cambios pensados y medidos, porque el Cubo trae muchas consecuencias y vamos a estar más constreñidos, pero el usuario no lo va a notar", comenta Pérez, quien no se atreve a adivinar si son traslados a corto plazo o definitivos.