Más de 1.100 visitantes, cerca de 800 préstamos de libros y unos 40 carnets nuevos en apenas dos días. Estas cifras dejan muestra de la curiosidad y el interés con los que los pacenses han acogido la apertura de la nueva Biblioteca Pública del Estado Bartolomé J. Gallardo (solo la hora que abrió tras el acto inaugural del lunes se realizaron más de un centenar de préstamos).

"La parte buena de esta afluencia masiva es que gente que nunca había venido a la biblioteca ahora la está conociendo. Indudablemente muchos no volverán, pero lo gratificante es que otros muchos sí lo harán, porque la acaban de descubrir", comentaba ayer con satisfacción Carmen de la Carrera, directora de la biblioteca. Entre los primeros visitantes había muchos de los usuarios de la antigua sede de la avenida de Europa (hay expedidos cerca de 24.000 carnets), que esperaban con impaciencia, tras varios meses sin servicios, que las nuevas instalaciones de La Paz se abrieran por fin.

A primera vista, la amplitud de los espacios, la luminosidad, el moderno mobiliario o el aparcamiento son las mejoras que más aprecia el público con respecto a la anterior ubicación, pero hay más. La incorporación de los últimos avances tecnológicos permite prestar nuevos servicios como las máquinas de autopréstamo y autodevolución --de fácil manejo--, videoconferencias; el sistema antihurto de radiofrecuencia, que no solo sirve para detectar los posibles robos, sino que facilita el inventariado de los materiales y su localización. Asimismo, hay tres ordenadores para personas con discapacidad.

El nuevo edificio, con 3.000 metros cuadrados más que el anterior, también ha posibilitado que se pongan a disposición del público nuevos espacios "para involucrar a la biblioteca en la ciudad y que sea de los ciudadanos", apunta la directora. Así, además del salón de actos, hay otras dos salas bautizadas con los nombres de dos extremeños ilustres: Vicente Barrantes y José López Prudencio, que se utilizarán para los clubes de lectura y talleres literarios, que tuvieron que suspenderse por falta de espacio. De momento, las nuevas salas acogen la exposición de carteles Bestiario medieval y expositores con facsímiles, entre ellos el de un códice maya, del que solo hay cuatro originales en el mundo.

Una de las zonas que se ha diseñado y equipado con mayor mimo es la infantil, que se ha dividido en dos espacios, uno para niños de hasta 6 años y otro hasta 14 (con música, cine, acceso a internet...). Con todo ello se persigue fomentar la pasión por la lectura entre los más pequeños ofreciéndoles un lugar propio y acorde con sus inquietudes. Además, en breve se retomarán las visitas guiadas para escolares para que todos conozcan la nueva biblioteca.

El perímetro de la nueva biblioteca, sin asfaltar y lleno de barro, y el ruido de los pasos en el suelo de las distintas dependencias --salvo el del vestíbulo-- son los únicos reparos que los usuarios ponían ayer a las flamantes instalaciones.

Sobre el primero, Carmen de la Carrera, señaló que compete su arreglo al ayuntamiento, mientras que con respecto a la segunda queja señaló que esta situación se produce "porque es suelo técnico, bajo el que pasa todo el cableado informático. Es doble y por eso suena". La directora explicó que se optó por este sistema porque la idea es que, al ser unas instalaciones diáfanas, solo cambiando el mobiliario se puedan crear nuevos espacios en función de las necesidades, para lo que debía haber posibilidad de que se coloquen equipos informáticos en cualquier punto del edificio.

Con el traslado, el personal se ha reforzado con un trabajador de apoyo en sala y un auxiliar informático. La directora reconoce que la plantilla "aún no es la suficiente", pero apunta a que la Consejería de Cultura, de quien depende la gestión de la biblioteca, conoce esta necesidad y que en el "momento que se pueda" ampliará el personal.