La tienda que abrió en San Roque hace un par de años la Asociación La Vereda Extremeña para dar empleo a mujeres paradas de Suerte de Saavedra, sigue su curso y no parece que le afecte en gran medida la crisis, viendo su última adquisición procedente de una donación: trajes de novia y de comunión por 175 y 12 euros, respectivamente.

Esos son los precios para hacerse con estas prendas "en perfecto estado, con la etiqueta incluída", cuenta Teresa Gómez, empleada; "por eso no se pueden considerar trajes de segunda mano, porque no los ha llevado ninguna chica hasta ahora", revela. Están sin estrenar. "Nos los ha donado una señora que tenía una tienda y ha cerrado. Simplemente nos avisó para que fuéramos a recogerlos.".

"Yo los veo modernitos, a mí me gustan mucho", añade la empleada. Con más o menos volantes, algunos más clásicos que otros, pero "todos al mismo precio y en un excelente estado", recalca Teresa. A principios de semana los catalogaron entre las cinco empleadas, como hacen siempre.

También disponen de trajes de caballero (por 15 euros, con pantalón y chaqueta incluido). "Es el sitio ideal para encontrar auténticos chollos", subraya a la salida de la tienda Mari Carmen López, una clienta. Esta será "la primera vez que pondremos a la venta los vestidos de novia", confiesa la responsable de la asociación, Paloma Castro.

Cualquier apertura de un negocio conlleva siempre unos gastos, por este motivo aún no han podido ampliar el personal. "Vendemos todo muy barato, pero la gente sigue dando mucha ropa, por eso no nos afecta la crisis en ese aspecto", aclara Paloma; que sí advierte de que se ha incrementado el número de personas que se dedican a recoger ropa usada y eso ha supuesto que los ciudadanos tengan más opciones para regalarla. "Notamos que nos llega algo menos, no por la crisis, sino por los competidores ", explica.

Si bien es cierto que solo se ha incrementado en una persona el número de trabajadoras, no han reducido el personal --a pesar de no recibir la subvención de 2.000 euros de la Diputación con la que contaron en 2010--, y tienen un volumen de entrada de mercancía a la semana considerable: entre 150 y 200 kilos recogen en el polígono El Nevero, en una nave cedida por el ayuntamiento; al margen de lo que llevan los ciudadanos por su propia iniciativa al taller de San Roque.

"Y cuando hacemos campaña en algunos pueblos volvemos con la furgoneta llena, podemos recaudar incluso 500 (kilos)", admitió la encargada. También colaboran las propias vendedoras, que se mueven entre sus familiares y amigos para encontrar ropa usada y que sus propietarios no quieran.

Esta fue la primera experiencia laboral para Gertrudi Martínez, de 29 años, que parece "encantada" con el oficio, al que califica de "experiencia muy bonita por el compañerismo que vivimos desde el principio", cuando abrieron cuatro de las cinco actuales empleadas. "Para ir tirando llega", reconoce.