Está tan desencantado que no se plantea trasladar a otro sitio el negocio familiar que ha sobrevivido a cuatro generaciones en el mismo lugar. «Ya veré», se limita a señalar Chema Blanco, que tiene que cerrar la Barbería Blanco por desahucio, tras una sentencia judicial que lo obliga a dejar el local antes del 9 de noviembre.

El año pasado fue uno de los negocios centenarios de la ciudad que recibió un reconocimiento en el Día del Comercio, organizado por el Ayuntamiento de Badajoz. La Barbería Blanco abrió en el número 51 de la avenida Carolina Coronado hace 111 años. Cumpliría 112 el próximo 10 de enero. Hay clientes con más de 70 años que han pasado por las tijeras del bisabuelo, el abuelo, el padre y ahora de Chema, que ha conseguido que esta «barbería de barrio pase a ser una barbería de Badajoz», con presencia en las redes sociales, en programas de televisión de Canal Extremadura y el de entrevistas Diálogos en Blanco en las últimas elecciones autonómicas con los candidatos. Ahora tenía en proyecto Conversaciones en Blanco, del que se han grabado dos programas.

Su bisabuelo se hizo cargo del negocio por un traspaso. Empezó pagando un alquiler de 10 pesetas en 1905. Entonces era una casa, en la que vivía la familia, con sus 11 hijos. Todos eran mujeres, a excepción del abuelo de Chema, que se hizo cargo del oficio familiar y lo transmitió a su padre, hasta que por una lesión en la mano tuvo que dejar de trabajar, se jubiló y su hijo asumió la barbería, en marzo del 2013. El alquiler no se actualizó y Chema ha seguido pagando 46,50 euros. La propietaria del local es una constructora, que año y medio después le ofreció la venta por 150.000 euros de la finca entera, compuesta por otros dos locales sin uso que ocupan en total 250 metros cuadrados. Pero la barbería sólo tiene 60 metros cuadrados escasos y en un siglo de vida, la familia Blanco no ha necesitado más.

El propietario planteó entonces la opción del alquiler, pero actualizando la cantidad, por 700 euros, una cuantía que el inquilino consideró «exagerada» pero que a pesar de ello aceptó, si la constructora accedía a reparar el local, pues el interior está consumido por la humedad, lleno de desconchones y grietas y hay incluso estancias con el techo apuntalado. Según Blanco, la empresa no accedió y comenzó el litigio que ha terminado en los tribunales. El juzgado de primera instancia número 1 ha dado la razón a la constructora, por la ley del 94 de antiguos arrendamientos, que daba un plazo de 20 años, que ya se han cumplido. La juez dictaminó que el desahucio tiene que hacerse efectivo en 20 días. Blanco ya tiene casi decidido que no va a recurrir la decisión judicial, «porque la justicia no es gratis precisamente».

No es la primera vez que Chema Blanco se reinventa. Era directivo de una empresa de formación y llegó a la barbería «por las circunstancias de la vida». Serán muchos los que lo echen de menos, porque hay clientes a los que les ha cortado el pelo su bisabuelo. Ahora se preguntan dónde irán a rasurarse y encontrar quien los escuche. Su padre es quien peor lo está llevando.