El diálogo se retoma, pero la huelga se mantiene. No hay ningún acuerdo cerrado, pero los bomberos y el ayuntamiento han firmado una "hoja de ruta" para sentarse a negociar. Este fue el resultado de las reuniones que ayer por la mañana y por la tarde mantuvieron el comité de huelga y representantes municipales.

En esa hoja de ruta figuran varios puntos y el "prioritario", según los bomberos, es la implantación del sistema de localización, que reivindican para suplir la falta de personal en el servicio. Pese a que el alcalde dijo el martes que no estaba dispuesto a pagar por algo que ya les exige su propio reglamento interno, que es estar localizados, parece que esta medida se ha vuelto a poner sobre la mesa. "Han reconocido que es necesario, aunque depende de unos informes técnicos, y en ese sentido estamos satisfechos", señaló Carlos Agama, de la Asamblea de Bomberos.

Entre otros puntos a negociar en los próximos meses --la siguiente reunión será este lunes lunes-- también se encuentran la regulación de su jornada laboral o el reparto de las vacaciones a lo largo del año. "Vamos a darles un voto de confianza", dijo Agama, quien aclaró que pese a que parece que se ha impuesto un clima de entendimiento, se mantienen tanto la huelga como la manifestación prevista para mañana.

En cuanto a la huelga, las partes también llegaron a un pacto con los servicios mínimos, que había impuesto el ayuntamiento por falta de acuerdo. Se reducen ligeramente y de 14 bomberos de guardia en el parque se pasa a 13 y a tres en lugar de cuatro en el retén de Caya durante los días de la feria.

La segunda jornada de paros no fue tan tranquila como la primera. A las ocho de la mañana solo se incorporaron cuatro bomberos de los 10 que tenían que cubrir los servicios mínimos, pues a seis no se les notificó. Ello motivó que el jefe de servicio diera la orden a los bomberos del turno saliente de que se mantuvieran en sus puestos, lo que generó malestar entre éstos, que llamaron a la Policía Nacional para que levantase acta de lo ocurrido.

Aseguraron que "por responsabilidad" no abandonarían el parque hasta que no hubiese relevo. Llegó casi cuatro horas después, cuando los compañeros que se habían acogido a su derecho a la huelga conocieron que estaban citados a incorporarse. La asamblea culpó de esta situación al equipo de gobierno por establecer los servicios mínimos a pocas horas de la huelga, pese a estar convocada desde abril.