El operativo de búsqueda de Francisco Torres, el hombre de 75 años, enfermo de alzhéimer que se perdió la mañana del pasado día 29 de agosto cuando se hallaba a las puertas de su domicilio charlando con unos vecinos, se intensificó ayer, justo una semana después de su desaparición. Así, se incorporaron bomberos que rastrearon el Guadiana y la Unidad Canina del Cuerpo Nacional de Policía, que ha traído dos equipos de Madrid, con sus adiestradores, y que buscan por las afueras de la ciudad.

Francisco Torres, uno de los hijos del hombre desaparecido, que se llama como él, se entrevistó con el alcalde y con el jefe del Servicio Contra Incendios para pedirles que se pusieran más medios y se intensificara la búsqueda, quedando en que los bomberos buscarían por el río con una lancha neumática, como así hicieron por la mañana, en el tramo del cauce que comprende desde el azud de la Granadilla hasta El Pico.

Por la tarde debían proseguir la búsqueda para rastrear desde El Pico y la Pesquera aguas arriba y el entorno de la ribera hasta la zona de Las Crispitas, pero hubo que suspenderla porque tuvieron que acudir a sofocar un incendio, por lo que continuarán hoy por la mañana. Y ello a pesar de que "ni la policía, ni los bomberos, ni Protección Civil creen que pueda estar en el río; nosotros ya hemos buscado por allí también con el Club de Piragüismo, pero para tenerlo todo cubierto", dijo Francisco Torres, hijo.

UNIDAD CANINA La Policía Nacional, que coordina el dispositivo, pidió la incorporación de la Unidad Canina de este cuerpo y trajeron dos perros desde Madrid, con sus adiestradores, especializados en la búsqueda de personas. Una vez sobre el terreno, se formaron dos equipos, cada uno de ellos con el policía responsable del perro, un agente judicial y el animal, que recorrieron el campo en una franja determinada. Uno se dedicó a rastrear los parajes en torno a la carretera de La Corte; y el otro, pues trabajan por separado, por la de Sevilla.

La familia volvió a organizar el operativo de búsqueda con los voluntarios desde un local próximo al domicilio de Francisco, en San Roque. Francisco Torres, hijo, coordinó la creación de varios grupos y el reparto de zonas para buscar, pero solo dentro de la ciudad, "para dejar los exteriores a la policía y los pueblos a la Guardia Civil", explicó a este diario. Y pidió a la gente que quiera colaborar que no se acerque a los lugares donde buscan los equipos caninos, para no interferir su labor.

"Ahora nos hemos organizado para rastrear de nuevo la ciudad, que ya la hemos peinado siete, ocho, nueves veces, de día y de noche, pero solo dentro del núcleo urbano para ir casa por casa, bloque por bloque, manzana por manzana informando a los vecinos y pidiéndoles que informes ellos a otros en sus edificios, y para informar a quienes todavía no sepan que hay un hombre desaparecido".

La familia intenta también buscar colaboración de los medios nacionales por si Francisco hubiera llegado a otra ciudad fuera de la región. "Igual tenía algo de dinero en el bolsillo y pudo sacar un billete de autobús, o de tren", afirmó Francisco hijo. Pero sin dejar de atender a los grupos de voluntarios, "que cuando terminan de ver las zonas asignadas, vienen para que les demos otras; así que se preparan nuevos destinos para repasar jardines, o casas abandonadas".

En los dos últimos días no ha habido nuevas pistas de personas que hayan visto a Francisco. Al cierre de esta edición, el operativo de búsqueda continuaba.