Hasta en 18 incendios en viviendas han intervenido los bomberos del parque municipal de Badajoz desde que comenzó el año. Se trata de una cifra elevada y bastante superior a la registrada en el mismo periodo del 2018, cuando se contabilizaron una decena de intervenciones por fuegos en domicilios. En un alto porcentaje, el origen está en la cocina, braseros o estufas, de ahí que la franja horaria en la que mayores casos se registran sea entre las once de la noche hasta la una de la madrugada, seguida de las horas de la comida.

De los 18 fuegos en viviendas ocurridos este año, doce se produjeron en viernes y sábados (6 en cada uno de esos días), mientras que el resto ocurrieron en días laborables.

El último incendio de vivienda tuvo lugar la medianoche de ayer en un piso situado en el número 1 de la avenida Adelardo Covarsí, en Santa Marina, después de que saliera ardiendo un dron que se estaba cargando sobre un sofá.Aunque hubo que evacuar a los vecinos de varios pisos, no se registraron daños personales.

Según explicaron fuentes del parque municipal, el aviso se recibió minutos antes de las doce de la noche y cuando los bomberos llegaron al lugar, los inquilinos de la vivienda, un matrimonio y sus hijos, ya la habían desalojado. El fuego se originó en el salón de la vivienda, que fue la única estancia que resultó dañada por las llamas -se quemaron algunos muebles-, aunque el resto del piso y el contiguo se vieron afectados por el humo. Que la puerta del salón estuviera cerrada ayudó a que las llamas no se propagasen y facilitó la tarea de los bomberos, que tras extinguir el fuego (solo tuvieron que emplear 20 litros de agua), centraron sus esfuerzos en ventilar los pisos.

Fue la propietaria de la vivienda la que explicó a los bomberos que el fuego se había originado en el lugar donde se cargaba el dron. Los inquilinos del piso donde se declaró el incendio tuvieron que pasar la noche en casa de unos familiares, pues su vivienda fue precintada a la espera de ser inspeccionada por los bomberos y la Policía Científica, según explicaron fuentes de la policía local, que se desplazaron al lugar junto con agentes de la Policía Nacional y personal de Cruz Roja.

El resto de vecinos que fueron evacuados, algunos de ellos de avanzada edad, pudieron regresar a sus hogares una vez que la situación se normalizó. Mientras esperaban en la calle, la policía sacó del propio edificio un banco para que pudieran aguardar sentados a que los efectivos del parque municipal realizasen su trabajo.

Tras este suceso, los bomberos alertaron del peligro que puede suponer recargar la batería de los aparatos sobre superficies que puedan resultar fácilmente inflamables debido al elevado calor que generan los cargadores, por lo que recomendaron que se actúe con «precaución» para evitar este tipo de incidentes.