Un camión cisterna que transportaba nitrógeno desde Sevilla con destino a Portugal sufrió ayer un escape cuando circulaba por la A-5, a la altura de la zona de servicio. Fue el conductor quien se percató de que se había producido un exceso de presión, por lo que al ver a una patrulla de la Guardia Civil se detuvo para comunicarles lo ocurrido. Los agentes dieron aviso a los bomberos, que activaron el protocolo para este tipo de casos, aunque, según explicaron fuentes del parque municipal, al tratarse de una carga de nitrógeno no existía ningún tipo de riesgo de contaminación o reacción y el único peligro era que pudiera reventar la cisterna.

El camión se aisló y se procedió a aliviar la presión a través del propio sistema del vehículo que, una vez revisado por la Guardia Civil para comprobar que todo estaba en orden, pudo retomar la marcha. De hecho, se decidió que continuase hasta su destino porque en circulación la refrigeración es mayor que si se hubiera quedado detenido al sol.

Por otro lado, los bomberos tuvieron que sofocar ayer al mediodía el incendio que se originó en las instalaciones eléctricas de un almacén de pinturas de la carretera de Sevilla. El hecho de que las llamas se iniciasen en un cableado a ocho metros de altura y la rápida intervención evitó que el suceso tuviese mayores consecuencias.