Los bomberos del parque municipal de Badajoz han decidido llevar sus reivindicaciones ante la Inspección de Trabajo a la vista de que, pese a las numerosas reuniones con la jefatura del servicio y responsables municipales, su situación «empeora». Los delegados de Prevención del ayuntamiento registraron el lunes la denuncia por el incumplimiento «sistemático» del mínimo de bomberos de guardia por turno y la aplicación de los protocolos de actuación, que «no se han consensuado» con la plantilla y que se han implantado «sin realizar previamente una evaluación de riesgos».

La denuncia estaba redactada desde finales de agosto pero, según explicaron Carlos Agama y Juan María Andreo, delegados de Prevención y representantes sindicales de los bomberos, decidieron dar un nuevo plazo para «agotar todas las vías de diálogo» antes de presentarla. Tras dos meses se reuniones infructuosas (la última el pasado 28 de octubre), han dado el paso para tratar de que se resuelva un conflicto que viene de lejos.

Fue a finales del 2016 cuando «por unanimidad» de todos los grupos con representación en el Ayuntamiento de Badajoz se aprobó en pleno un acuerdo firmado con los bomberos, a través del que se instauraba un sistema de localización para casos de emergencia y se reestructuraba su calendario laboral para garantizar el cumplimiento del mínimo de bomberos de guardia que marca el reglamento, 10 más un telefonista. En lo que va de año, según denunciaron los representantes sindicales, apenas una decena de días se ha cubierto ese número de efectivos por turno. «Los bomberos estamos cumpliendo con nuestra parte desde entonces, pero el ayuntamiento no. Nos han engañado a nosotros y a la ciudad», reprochó Carlos Agama.

Los sindicatos critican que se esté utilizando el sistema de localización para paliar la falta de personal en el parque, «cuando no está para eso». La escasez de plantilla, según señalaron, no solo pone en riesgo la integridad física de los bomberos en las intervenciones y la seguridad de los ciudadanos, sino que está afectando a la conciliación de su vida laboral y familiar, pues «el 90% de las veces» se niegan los días de asuntos propios y se están limitando los permisos y las horas de formación. «Esto está generando tensión y crispación entre los compañeros», reconocieron los representantes sindicales, que pusieron como ejemplo lo que ocurrirá el próximo 10-N, que el parque estará de ocho de la mañana a cuatro de la tarde con siete bomberos y sin telefonista, y de cuatro a ocho de la tarde, con ocho, por las horas a la que tiene derecho el personal para ejercer su voto.

Los representantes sindicales volvieron a reclamar la urgencia de que se amplíe la plantilla. «Ahora mismo se necesitarían 25 plazas de nueva creación, de ellas 7 u 8 para mandos», expuso Andreo, quien comparó la situación del parque de Badajoz con la del de Salamanca, con una población similar: «Allí hay un mínimo de 13 bomberos por guardia, pero tienen 18; nosotros 10, y no llegamos nunca», lamentó.

En cuanto a los protocolos de actuación en las intervenciones, que los bomberos llevan años reclamando, denuncian que se han elaborado de manera improvisada y que «no se ajustan» a la normativa de prevención de riesgos laborales. En este sentido, criticaron que se han comenzado a implantar de manera progresiva desde el pasado mes de septiembre sin tener en cuenta el desacuerdo de la plantilla, que considera que no son lo suficientemente precisos y dejan numerosas cuestiones de «trascendncia en el aire», como los recursos materiales y humanos en cada tipo de intervención. «Los servicios médicos del ayuntamiento han luchado con nosotros para que se haga la evaluación de riesgos, porque consideran que los protocolos no están bien ejecutados, pero aún así los han implantado», se quejó Agama.

A la espera de que la Inspección de Trabajo se pronuncie sobre la denuncia, los bomberos creen que es el alcalde, Francisco Javier Fragoso, a quien responsabilizan de la situación del servicio, el que «debe mover ficha» y atender sus reivindicaciones. «En el ayuntamiento son conocedores de la situación y deben sentarse a planificar». En caso contrario, los sindicatos no descartan «ninguna medida» de protesta, incluida la huelga indefinida.