Los bomberos tuvieron que emplearse ayer a fondo para rescatar a una mujer y a su hijo de 7 años del interior de una vivienda situada en la sexta planta del portal número 5 de la plaza de Portugal, donde se produjo un aparatoso incendio. El fuego se originó antes de las 15.45 horas en el salón de la vivienda, que en esos momentos estaba ocupada solamente por la mujer y el niño, de nacionalidad china, que al ver las llamas corrieron asustados a refugiarse en una de las habitaciones del interior, lo que dificultó el rescate.

Los bomberos, que inicialmente intentaron acceder por el balcón utilizando la autoescala, entraron finalmente por la escalera del edificio hasta llegar al piso afectado, donde echaron la puerta abajo y tuvieron que atravesar prácticamente el fuego para llegar hasta las víctimas y proporcionarles los equipos de respiración. Las temperaturas en el interior eran muy elevadas.

Tanto el niño como su madre fueron estabilizados en el lugar por personal del 112 y de Cruz Roja, que acudieron junto con las dotaciones de bomberos y de los cuerpos de la Policía Local y Policía Nacional a la plaza de Portugal. Ambos presentaban intoxicación leve por inhalación de monóxido de carbono y el niño tenía quemaduras de primer grado en las piernas producidas por el calor, por lo que fueron trasladados en ambulancia al Hospital Materno Infantil, el niño, y al Hospital Infanta Cristina, la mujer, donde quedaron ingresados en Observación, "y donde pasarán la noche", según informó ayer el Servicio Extremeño de Salud.

En el lugar del suceso también fue atendido por los equipos sanitarios un bombero por quemaduras en las manos, aunque las heridas no resultaron graves.

En los alrededores de la plaza, que fue acordonada, se fueron congregando numerosas personas atraídas por el intenso olor a quemado que se propagó por las inmediaciones. También se acercó el concejal de Bomberos, Francisco Javier Fragoso, que se interesó por lo sucedido.

El jefe del Servicio de Bomberos, Fernando Bermejo, destacó la dificultad de los bomberos para desarrollar su labor, "porque la temperatura era muy elevada y hubo que pasar por una zona muy peligrosa". En su opinión, "el incendio ha sido muy severo y el piso se encuentra bastante dañado, aunque es prematuro hacer una valoración".

Hasta las 19.30 horas, los bomberos permanecieron en el lugar para evitar que se reavivase y supervisando las estructuras con el arquitecto municipal. El piso afectado fue precintado por la Policía Local y a los vecinos del séptimo se les recomendó que pasasen la noche fuera por motivos de seguridad, hasta que las investigaciones determinen las causas y el estado de la estructura. Al parecer las bovedillas de los techos estaban afectadas.

Según los vecinos, en el piso incendiado vive un número indeterminado, aunque numeroso, de ciudadanos chinos, algunos de los cuáles trabajan en el restaurante chino situado en la calle Bartolomé J. Gallardo. "Aunque parece que viven cuatro o cinco, al menos viven en el piso doce chinos, que entran y salen a distintas horas del día y de la madrugada", según Cándida Ontiveros, la vecina del cuarto, quien manifestó que "pensábamos que algún día pasaría algo, aunque no esto, porque no pueden vivir en un piso tantas personas, tienen incluso colchones en el salón y también han tapiado el lavadero, en lugar de poner un cierre".