El Cristo de la Paz abrió ayer los desfiles procesionales en la capital pacense con un atuendo más humilde y menos conocido por los seguidores de la Semana Santa de Badajoz. El Cristo cambió las tres potencias doradas que durante años han lucido en su cabeza por una capa judía que le cubría el cabello, una túnica blanca y un fajín, también judíos.

El Cristo se abrió paso seguido por la Virgen de la Palma entre la multitud que se agolpaba en las calles de San Roque, de donde partió pasadas las 17.30 horas, y del centro de la ciudad para ver la procesión conocida como de la Borriquita o la Burrita.

El acompañamiento musical engrandeció la procesión, ya que por primera vez tocó la nueva agrupación musical de Santísimo Cristo Rey, surgida de la que durante siete años fue banda de cornetas y tambores de esta cofradía. La nueva formación ha aumentado hasta 42 el número de integrantes y de instrumentos, por lo que la música ganó en matices y melodía. Estrenó además nuevo estandarte, realizado por Manuel Esteban, de Sevilla. La banda municipal de Llerena desfiló tras el palio de la Virgen.

El paso del misterio también estrenó faldones en terciopelo rojo con broches dorados, obra del bordador Antonio Vargas, de Sevilla.

La Virgen de la Palma no sacó nada nuevo (aunque la cofradía ha encargado un faldón para su paso), pero lució el traje que le regaló el torero Luis Reina hace casi dos décadas, con el fajín donado por el teniente general Noailles y el manto azul bordado en oro por las monjas Adoratrices.

Cada paso fue portado por dos cuadrillas de 35 costaleros y acompañados por 300 nazarenos. La procesión entró en carrera oficial a las ocho de la tarde y hasta las once de la noche no regresaría a su parroquia, en San Roque, según preveía el hermano mayor de la cofradía, Juan Martín Riego.

HOY Para hoy está previsto que salga a las nueve de la noche de la iglesia de la Concepción la procesión del Cristo de la Humildad y la Virgen de los Dolores.