No ha sido un arrebato de un momento, pues ha transcurrido una semana desde la celebración del último pleno ordinario en el Ayuntamiento de Badajoz y el portavoz del grupo municipal de Ciudadanos, Luis García-Borruel, persiste en su distanciamiento con el equipo de gobierno, por la actitud que mantuvo el alcalde, Francisco Javier Fragoso, hacia él y las palabras que le dirigió durante la sesión plenaria.

Ayer, en declaraciones a este diario, Borruel afirmó que no volverá a reunirse con el PP «hasta que no cambie al alcalde», frase que reiteró en su conversación, pero a la que finalmente añadió otra opción: «o hasta que pida disculpas». De momento, en estos siete días no se ha reunido con ningún miembro del grupo popular. Sí acudirá, según dijo, a las citas a las que esté convocada toda la oposición y a los actos institucionales a los que estén invitados todos los miembros de la corporación, «pero no a hacerme la foto» con el PP, para así evitar que se evidencie el entendimiento que permitió la investidura de Fragoso y que ahora parece roto. Esta ruptura se ha puesto de manifiesto en los últimos intentos del primer teniente de alcalde, Germán López Iglesias, de reunirse con el portavoz de C’s. Ayer le pidió un encuentro para mostrarle los pliegos de condiciones de la instalación de leds y la respuesta de Borruel fue rechazar reunirse con López Iglesias en su despacho. «Si quiere, con toda la oposición», le contestó.

Por su parte, el primer teniente de alcalde, al ser preguntado ayer por la ruptura, manifestó como hizo el lunes pasado el alcalde, que «en las relaciones de la vida siempre hay altos y bajos», sin darle demasiada importancia, aparentemente. López Iglesias señaló que no sabe los motivos del enfado, ni tampoco Fragoso los conoce, a pesar de que ha visto la grabación del pleno. «Imagino que pasará, y si no pasa, aquí estamos, para lo bueno y para lo malo», señaló y recalcó que, en su opinión, el PP se está comportando «lo mejor posible» con Ciudadanos. Prueba de ello --según comentó-- es que se han cumplido los 21 compromisos de la investidura y «la gran mayoría» de los 61 de los presupuestos municipales. También reconoció que la decisión «más complicada» ha sido la convocatoria de elecciones de alcaldes en los poblados, cuyo reglamento ya está en fase de borrador.

Borruel insistió en que no puede consentir que el alcalde «menosprecie» a los ciudadanos que su formación representa, que sea un «irrespetuoso» y que se dedique a «crispar» los plenos. H