A pesar de ser vecinos del real de la feria, a Lusiberia no le reporta beneficios la celebración de San Juan. Carlos Asesio señala que siendo junio el mes en el que predominan los clientes de Badajoz, en la semana de feria la actividad se ralentiza y baja la afluencia de público al parque.

Además están los "inconvenientes" que genera el multitudinario botellón que se forma en la misma entrada de Lusiberia y que implica que a las once de la noche el parque tiene que cerrar las puertas. Asesio apunta que si el botellón se celebrase en otro lugar, podrían aprovechar y mucha gente quizá quisiese ir a los restaurantes del bulevar, cercanos al recinto ferial. Otras consecuencias son la suciedad y los actos de vandalismo, pues hay quienes se dedican a tirar botellas contra los aparatos de aire acondicionado, romper las banderas o lanzar envases dentro del parque.