Un joven se sienta en el banquillo acusado de injurias, amenazas y lesiones por un altercado en el botellón de los Cañones, donde supuestamente insultó a una chica y golpeó al chico que la acompaña. La jueza le informa de sus derechos y el fiscal le requiere para que cuente los hechos. Luego intervienen la secretaria, la defensa, la agente judicial, las víctimas y los testigos, hasta que concluye el juicio, no sin incidentes en los que la jueza mandó callar al acusado y que se llevaran a la testigo que se fue insultando a la sala. Tras preguntar al acusado cómo se declaraba, éste pide disculpas. La jueza le impone un año de libertad vigilada y que limpie que los jardines de Pardaleras.

El juicio pudo ser real, pero fue una representación de alumnos --con sus togas-- del Instituto Maestro de Cáceres con motivo de la actividad Educando en justicia , que llevó a un grupo de estudiantes a la Audiencia para conocer mejor la justicia.

Los recibió el presidente de la Audiencia, Enrique Martínez; el magistrado Emilio Serrano y el responsable de Comunicación, Fernando Muñoz, que dirigió el coloquio posterior. Tras el juicio, alumnos y profesores preguntaron a Enrique Martínez sobre el funcionamiento de la justicia.