No estamos acostumbrados a buenas noticias sobre los trenes en Extremadura. La realidad no puede ser más negra. Si durante décadas todo ha ido a peor, por primera vez con la recuperación de un Talgo vemos un pequeño gesto de buena voluntad. La noticia es que eso sea una noticia. Pero es que necesitábamos alguna realidad entre tantos compromisos incumplidos. Para las personas con movilidad reducida el Talgo ofrece importantes mejoras sobre el tren anterior. Este poco, para algunos es mucho, aunque sea mucho menos de lo normal para casi toda España.
Pero si nuestra percepción del presente depende de nuestras expectativas de futuro, estos días hemos tenido noticias sobre los transportes que nos deben abrir esperanzas. La semana pasada se declaraban unos vuelos desde Badajoz como servicio público obligatorio, lo que dará garantías y estabilidad a las conexiones aéreas. Empezaremos a verlos a mediados de año.
El pasado miércoles la comisión de seguimiento del Pacto por el Ferrocarril confirmaba actuaciones contundentes y con próximos comienzos sobre las líneas de tren convencional en los tramos entre Humanes y Monfragüe, Mérida y Puertollano y Usagre-Llerena de la línea a Sevilla. También se confirmaron las obras que permitirán terminar las plataformas de alta velocidad comprometidas en 2019 y la electrificación en 2020, el inicio próximo de los tramos hasta Navalmoral, las licitaciones de las estaciones y las conexiones de los espacios logísticos. Faltan muchas concreciones y compromisos en otros tramos, pero se percibe un cambio sin precedentes.
Desde Portugal también llegan buenas noticias. El lunes se reunirán en Elvas la comisaria europea de Transportes y los presidentes de los gobiernos de Portugal y España para dar el pistoletazo de salida a la línea, para que esté finalizada a finales del 2020. Esto resituará geoestratégicamente a la región. De momento todo son expectativas de futuro, pero es un paso histórico.
Nos han engañado muchas veces y estamos más que escaldados. No podemos permitir una nueva frustración. Son buenas noticias las que corren sobre el futuro, pero de momento no hay nada, y que sea lo que puede llegar a ser depende de que lo hagamos realidad.
