Rafael Alvarez Buiza, uno de los empresarios imputados en el caso del Canal de Badajoz y Golf Guadiana junto a Angel Medrano, manifestó ayer su satisfacción por el sobreseimiento del caso "y me alegro mucho también por el resto de los imputados, porque era lo que esperaba". Pero al mismo lamentó que han estado tres años (el tiempo que ha durado la instrucción) pendientes "de una cosa que no responde más que a un montaje artificioso, a lo que nos tiene acostumbrados la Fiscalía Anticorrupción".

No es la primera vez que estos empresarios son objeto de investigación por esta fiscalía, pero Alvarez Buiza apuntó que "no es raro el día en que aparece en la prensa alguna actuación de la Fiscalía Anticorrupción con matices políticos, porque no se mueve a impulsos no jurídicos sino políticos". En este sentido, apuntó el elevado coste que este tema ha supuesto para los contribuyentes, por la cantidad de personal que se ha tenido que desplazar a Badajoz para la investigación.

Las consecuencias no se esfuman porque el caso sea archivado. Este empresario afirma que un asunto como éste, que se ha prolongado tanto en el tiempo, hace mella en "el prestigio empresarial de cualquiera, aunque cada cual tiene su histórico, que te sirve para mantenerte", concluyó.