Jose María Ayala, burgalés de nacimiento pero con 40 años de trayectoria desarrollada en Madrid y Barcelona, tomó posesión ayer en la Delegación de Gobierno de Badajoz de su nuevo cargo, comisario provincial de la Policía Nacional, y se marcó como principal objetivo, con el caso de Alange todavía en la retina, combatir la violencia de género. Ayala sucede a Francisco Alonso, jubilado hace apenas dos meses, al que dedicó palabras de elogio y alabó que "ha dejado el listón en cotas difíciles de superar".

Durante su intervención, el nuevo comisario provincial realizó un repaso de su recorrido como miembro de la Policía Nacional, donde ingresó en 1975. Ahora, manifiesta, es el momento de "analizar las comisarias de la provincia y la problemática de Badajoz" antes de "ponernos a trabajar". Además, especificó que durante su mandato se prestará especial atención a la protección de "colectivos vulnerables" y a la potenciación de "servicios para la ciudadanía".

En el acto de toma de posesión de José María Ayala estuvieron presentes Cristina Herrera, delegada del Gobierno en Extremadura; Miguel García Izquierdo, jefe superior de la Policía Nacional en la región y Francisco Javier Fragoso, alcalde de Badajoz, entre otras autoridades. Herrera alabó la "excelente tarea" del cuerpo en la región y ensalzó la valentía de "los cientos de hombres que arriesgan su propia integridad física día tras día". También pidió a Francisco Alonso, antecesor de José María Ayala, "que ponga su experiencia al servicio" del nuevo comisario.

Izquierdo, por su parte, volvió a indicar que Extremadura es la comunidad autónoma con el índice delictual "más bajo" de toda España y dijo a Ayala que es portador de "la ilusión y la responsabilidad" de todo el cuerpo en esta nueva etapa. Tras finalizar el acto, se guardó a las puertas de la Delegación de Gobierno un minuto de silencio en memoria de la víctima de Alange, acción que se reprodujo, a la misma hora, en las escaleras de la entrada del ayuntamiento pacense.