Latas, cristales, plásticos, maderas y papeles llenan el interior y los alrededores del semibaluarte del siglo XVII de la cabeza del puente Viejo. El lugar, antigua fortificación militar que servía para defender la única entrada a la ciudad desde la Margen Derecha, se ha convertido en un vertedero improvisado donde la basura y la suciedad se acumulan.

Bajo el ojo del pequeño puente por el que se accede a la entrada principal hay maderas, restos oxidados de una puerta y ripios, entre otros desechos. También la plaza de armas y el paso bajo el puente que comunica las dos partes en las que se divide la fortificación están repletos de bolsas y botellas de plástico, ropas viejas y vidrios. Este paso es aún utilizado por personas, que lo cruzan para no tener que dar un rodeo para llegar al Camino Viejo de San Vicente.

Los habitáculos que en su día sirvieron de caballerizas son ahora el refugio elegido por los toxicómanos para consumir y en ellos se pueden contemplar restos de papel de plata, cucharillas y otros utensilios. Además, los muros están plagados de pintadas y los pastos secos inundan el lugar.

ABANDONO El presidente de la Asociación Amigos de Badajoz, Antonio Manzano, recordó ayer que este semibaluarte, que antaño comunicaba directamente con el Fuerte de San Cristobal, conserva su diseño y fábrica original, y aunque hace algunos años se sometió a una "desafortunada" restauración, forma parte del patrimonio histórico de la ciudad y "debe ser puesto en valor". Para ello, a su juicio, solo sería necesario que se llevase a cabo una limpieza del monumento y sus alrededores, se eliminasen los graffiti de los muros y se desbrozasen los pastos, pues considera que, salvo alguna pequeña restauración, la fortificación no requiere ninguna intervención costosa.

Manzano criticó que el Ayuntamiento de Badajoz no actúe en este sentido cuando, dijo, "es su obligación mantenerlo en perfecto estado de conservación y limpieza" para que, además de servir de paso al Camino Viejo de San Vicente, sea un atractivo que los turistas puedan visitar. Añadió que se trata de un sitio histórico, en cuya plaza de armas se construyó en 1709 la famosa Fuente de la Rana, de la que ya no quedan vestigios, y que durante siglos fue "vía de comunicación obligada entre la cortes española y portuguesa".

El presidente de Amigos de Badajoz apuntó también que el estado de este semibaluarte es "un ejemplo más" de que el ayuntamiento "no presta atención a su patrimonio, como ocurre en otros casos como en el de Puerta Pilar", a pesar de que en reiteradas ocasiones han demandado su acondicionamiento.