El nombre, el origen y la trayectoria de la murga La Caidita se encuentran inevitablemente ligados a la figura del murguero Pablo Julio Martínez Miranda. Si La Caidita nace es porque a Pablo Julio se le mete entre ceja y ceja la idea de crear una murga para participar en el concurso de murgas del Carnaval de Badajoz. Por eso y porque se arremanga y trabaja para que la aspiración, la ilusión, el sueño, se conviertan en realidad. Así --con perseverancia y confianza-- logra congregar en torno a sí a un montón de amigos (del colegio, del equipo de fútbol, de la radio...) a los que consigue involucrar en ese proyecto común que concluye en la constitución de la que hoy es una de las murgas más veteranas del Carnaval de Badajoz.

Tristemente, el padre de esta murga, Pablo Julio Martínez, ya no se encuentra entre nosotros, porque falleció el pasado año 2011. El año siguiente, La Caidita, su criatura, no salió a los escenarios, por desconsuelo, por tristeza y por respeto a su padre. El 2013, sus compañeros volvieron al escenario, con un montón de recuerdos impresos en la mente y su imagen injertada en el corazón. El alma del murguero pervive en su murga, en sus amigos, en su familia, en la música, letra y actuaciones que legó a la ciudad Badajoz. Al lado del Museo del Carnaval tiene una calle, para que el que pase por allí sepa quien fue. La inscripción de la placa dice así: Pablo Julio Martínez Miranda. Murguero.

La murga saltaba por primera vez a los escenarios el año 2001. El origen de su nombre se haya a camino entre el humor nacional y la tradición murguera de Badajoz. Pablo Julio adoraba a la murga Los Agüitas, y por aquel entonces estaba en la cúspide de su carrera el humorista Chiquito de la Calzada. De una combinación de esa admiración por Los Agüitas, y de la particular forma de hablar que popularizó el humorista malagueño, nace la idea de llamar a la murga La Caidita.

Como la murga Los Niños, La Caidita estaba compuesta por chavales, por jóvenes. Pero ambas se diferenciaban --entre otras cosas-- en que, si Los Niños venían de familias con honda raigambre carnavalera, los componentes de La Caidita, por el contrario, se presentan sin nexo familiar alguno a la tradición murguera (salvo uno de sus miembros de entonces: Rafael Cortés Chicho , a la sazón hijo de Josemari Cortés, componente histórico de la murga El Nombre da Igual ).

De aquel grupo que debuta en el concurso de murgas el año 2001, permanecen en las filas de la murga de un modo u otro: Mancha, Luis Reynolds, Ramón, Olmo y Webi , Lolo, Sergio, Chicho, Raúl e Ismael El Pescao .

Trayectoria

En 2001, la murga debuta como La Caidita de Roma, en clara alusión a la desaparición del equipo de fútbol de Mérida. Sus componentes iban ataviados con un disfraz híbrido: falda de romano clásico y camiseta de fútbol personalizada con la inscripción Cayo seguida del nombre o apodo de cada componente de la murga. El público se vuelca ese año con La Caidita , una murga que, si adolece de falta de experiencia, lo compensa con creces a base de ilusión, ganas y talentos en potencia que pronto comenzarán a germinar.

El año siguiente se disfrazan de boy-scouts para "¡Qué Caña! ¡La Caidita en tienda de Campaña!". Cambian la filosofía de trabajo del grupo, y les cuesta sacar adelante el proyecto pero, finalmente, de todo aquello, resulta una actuación divertida. El tercer año, con La Gran Caidita Mundial , la murga da un salto de calidad. Se nota más madurez, y los ensayos se revisten de más seriedad y continuidad.

Además, hay cambios en el grupo. Salen algunos componentes de los primeros años que, por unas u otras razones, deciden no participar en el concurso, y se incorpora gente como Antonio Valenzuela, José Luis Lorido, Juanito o Félix Silva. Ese año 2003, los miembros de La Caidita elaboran sus propias indumentarias circenses, y, con su actuación, consiguen devolver a la infancia a muchos adultos.

El año siguiente, promocionan el Carnaval en la Feria Internacional de Turismo, y participan en el concurso disfrazados de Peter Pan . Acceden a su primera final, ganan un premio, pero no acaban de estar satisfechos del resultado del proyecto y la actuación. En 2005, con "La Caidita se sale del tiesto", se presentan al público de Badajoz con unos maravillosos trajes, obra de la diseñadora y maquilladora Pepa Casado.

Van caracterizados, mayoritariamente, como flores, aunque también hay otros personajes, como jardineros o una mariquita. Ese año no sólo cuidan lo visual y auditivo, también lo olfativo, pues rocían el teatro con ambientadores de flores. De esta actuación, caben destacar la movida presentación, en la que daban a conocer al público a cada una de las flores, y una emotiva despedida.

Cuando hacen la gira carnavalera por la calle y los bares, el público acoge a La Caidita con un calor que compensa el frío que tienen que padecer al ir con el disfraz de flores. En su sexto año continúan con su progresión ascendente, y conquistan un cuarto premio como "La Caidita da el pelotazo", presentando en el escenario un futbolín, que ayudan a construir unos carpinteros y amigos de La Caidita, Andrés e Iñigo.

Pasodoble

Especialmente recordado es el conocido "pasodoble de la madre", que compone Pablo Julio en homenaje a su madre. Se incorporan a La Caidita los hermanos Maya, Luis y Paco, que entran como guitarras y asumen gran responsabilidad en el ámbito musical. El año 2007, la murga consigue el primer premio con "La Caidita toca fondo".

El estribillo de ese año tiene tal repercusión que Ibarra, entonces presidente de la Junta, lo utiliza para hacer entender a los extremeños la importancia estratégica de nuestra vecindad con Portugal. Sin embargo, antes de dar el pelotazo con su actuación, en diciembre, nadie (ni ellos mismos) daba un duro por un proyecto cuya presentación se cambió a sólo una semana de salir a las tablas. El siguiente año, toman como objeto de desarrollo de su proyecto al cine, con "Lo que La Caidita se llevó". Y se disfrazan de personajes cinematográficos y ofrecen un espectáculo con una presentación muy vacilona, y un popurrí elaborado, trufado de música de cine.

El trabajo de caracterización es muy bueno, y, a ello, ayuda, y mucho, el trabajo de la maquilladora Sandra Galea y de su equipo. En 2009, La Caidita se convierte en una murga integrada por un puñado de brujas que vienen a destruir el Carnaval de Badajoz. Juegan con la provocación inteligente, utilizan del doble sentido y el humor para burlarse de falsos mitos, de leyendas urbanas como que La Caidita y la murga Los Niños se llevan fatal, cuando, realmente, la relación entre ambas murgas está cargada de afectos personales.

Al año siguiente, los miembros de La Caidita van de novias. Compran trajes descatalogados a Estrella, la gitana, y visten sus cuerpos masculinos con las prendas más femeninas para celebrar el décimo aniversario de La Caidita. El 2011 sería el de los Superpijos , con un traje comodísimo, que supieron complementar con detalles refinados, como un escudo de Montepicaza en el pecho y un cinturón de España en la cintura.

El 2012 la murga no salió. Y el 2013, regresaron con una actuación muy digna, en la que hacían sonreír al público con divertidísimas coreografías, en un espectáculo para todos los públicos (como todos los que ellos exponen). De 2014 ya se sabe algo, y es que "La Caidita da el golpe". Ya veremos por dónde van los tiros... La formación de la murga La Caidita se ha ido transformando durante estos años de trayectoria carnavalera. Pero todo aquel que se ha incorporado a la murga ha acabado formando parte de un grupo de amigos a los que les gusta compartir el carnaval (y sobre todo la vida) con gente a la que le unen lazos de amistad.

La Caidita está integrada, a día de hoy, por: Pablo Julio (siempre en la memoria), Luisermo, Abel, Olmo, Lolo, Antonio, Fran, Luis Maya, Paco Maya, Raúl, Félix, Jesús, Sergio, Chicho, Mancha, Lorido, Ramón, Ismaelo, Manchina, Carlitos, Juan, Xavi, Pocoyo.