THtasta el otro día nunca había entrado en el aparcamiento de la Memoria de Menacho. Dejé el coche y emergí en lo alto. Miré alrededor desconcertada. No había estado allí desde hacía mucho, muchísimo tiempo. En la amplia escalera, enmarcada por la ancha baranda de piedra, recordé a la niña con calcetines cortos bajando los escalones, acalorada después del ejercicio. Miré atrás y la vi corriendo, con falda plisada y zapatillas bancas de lona, en las instalaciones de la OJE. Participaba en la fase clasificatoria de no sé que campeonato. Podría tener diez u once años. Desde entonces no he vuelto a subir al baluarte.

Ya en casa busqué en Internet fotos para refrescar la memoria, pero no encontré nada, quizás porque en la búsqueda me fui distrayendo con otras cosas también del pasado. Un vídeo, grabado en el ochenta y cuatro, me llamó poderosamente la atención. No es espectacular, pero tiene la virtud de trasportarte a los momentos captados por la cámara. No hay montaje ni cortes. Son varios minutos de grabación continua por la carretera de circunvalación y el puente viejo, hasta el arranque de Carolina Coronado. Avanza despacio, permitiendo que veas muchos detalles: los modelos de los vehículos que te adelantan y de los que vienen de frente; la vestimenta de la gente con la que te cruzas, y sus caras, casi podrías reconocerlos; un coche que está parado en la zona del embarcadero, puede que de un pescador que esté comprando una lata con lombrices, de las que se alinean en el murete del paseo, y más allá, llegando a Puerta de Palmas, los pequeños camiones aparcados a la espera de transporte. Ya estamos en el puente. La cámara sigue por el carril de la derecha, por el de la izquierda avanza despacio una fila de vehículos; los transeúntes caminan por los voladizos, tras los parapetos; un joven, que pedalea delante de la cámara, vuelve la cabeza para ver qué estamos haciendo. Ya llegamos. A la derecha veo la deteriorada zona del ahora rehabilitado hornabeque, y luego el viejo caserón de cuatro caminos.

¡Qué cambiado está todo! Otro día buscaré las fotos.