Garantizar la viabilidad y continuidad de la Inmobiliaria Municipal pasa por su reestructuración. La empresa pública, dependiente del ayuntamiento, no ha sido ajena a la crisis del ladrillo y, pese a que se ha autofinanciado desde 1998 y está "saneada" desde el punto de vista patrimonial, atraviesa un momento difícil que requiere tomar medidas para evitar su disolución. Así lo aseguró ayer el concejal y consejero delegado de la Inmobiliaria, Celestino Rodolfo, quien señaló que hace meses que se trabaja en un plan de reestructuración que está previsto presentar públicamente antes de agosto.

El futuro de la Inmobiliaria Municipal salió a relucir en el pleno de ayer, donde se aprobó, con los votos a favor del PP y Ciudadanos, la abstención de Podemos y en contra del PSOE, el aval del ayuntamiento para la operación de refinanciación de cinco créditos de la empresa pública (referidos a dos naves, una vivienda en San Fernando, otra dos en la plaza Alta y el local del Ari y un préstamo del que quedan pendientes 141.000 euros). La suma total asciende a más de 729.000 euros y, según Rodolfo, con la refinanciación en un único crédito se pasará de pagar 203.000 euros anuales a 118.000 (el primer año solo se pagarán 14.000 euros).

Rodolfo calificó de "inconcebible" que el PSOE votase en contra de una decisión que abre el camino a esa reestructuración, que todos los grupos apoyan. El concejal socialista Fernando Carmona justificó el voto de su grupo señalando que esto solo es una solución "parcial" y no "definitiva". Aludió al coste de la plantilla de 15 trabajadores que cuesta más de 600.000 euros y a que el gerente "cobra más que el alcalde", por lo que dijo que requería un plan de "mayor calado".

La inmobiliaria tiene 1,3 millones de euros en inmuebles libres de carga, además de varios más en suelo. El problema es de tesorería y la intención, según Rodolfo, es que siga adelante por eso ahora "necesita un poco de ayuda y oxígeno". El próximo año se pondrán en marcha tres promociones en Gévora, Villafranco y Ronda Norte.