Alrededor de 15 transportistas de ripios se concentraron ayer al mediodía en los accesos a la escombrera de las Cuestas de Orinaza para denunciar que el vertido incontrolado de escombros impide el paso a la cantera donde vierten sus camiones y para exigir al ayuntamiento que limpie el camino.

El presidente de la Asociación de Transportistas de Contenedores de Obra de Extremadura (Atranscoex), Manuel Llera, señaló que desde el martes no trabajan a consecuencia de esta situación y advirtió de que si el problema no se soluciona, "en un par de días habrá obras paradas porque no pueden sacar los escombros".

El colectivo aglutina a 26 transportistas que, según Llera, tienen un acuerdo "verbal" con el ayuntamiento para verter ripios en las Cuestas de Orinaza hasta que se construya la planta de reciclaje de escombros. Además, cuenta con un permiso escrito que les permite limpiar con una máquina el terreno donde descargan. Llera se quejó de que mientras ellos costean con sus cuotas esta máquina, otros transportistas y muchos particulares vierten sus ripios de forma indiscriminada. Por este motivo, la asociación reclama al Ayuntamiento de Badajoz, además de la limpieza de los accesos, que se vigilen los vertidos incontrolados y que se sancione a quienes no dejen su carga en los lugares permitidos.

En los accesos a la escombrera de las Cuestas de Orinaza no solo se acumulan ripios de obras, ayer también se podían ver televisores viejos, muebles y hasta una carga de naranjas.

CUESTION MUNICIPAL Los transportistas esperaban hablar ayer con el concejal de Medio Ambiente, Antonio Avila, para trasladarle sus reivindicaciones aunque, según confirmó Llera por la tarde, esa conversación no tuvo lugar finalmente. Este diario intentó conocer la opinión del concejal de Medio Ambiente sobre estas reivindicaciones, pero no obtuvo respuesta.

De momento, los camioneros han decido actuar denunciando a todo aquel que vean vertiendo ripios en el camino. Ayer llamaron a la policía local para hacer constar su queja, pero los agentes les aclararon, tras un pequeño rifi-rafe, que la cuestión era competencia del ayuntamiento, no de este cuerpo de seguridad.

El presidente de los transportistas también informó de que están pendientes de la entrada de nuevos socios en el colectivo e insistió en que sus puertas "están abiertas" para todo el que quiera sumarse. Asimismo, apuntó que la solución será la planta de reciclaje de escombros prevista por el gobierno local, pero para cuya concesión aún no hay pliego de condiciones.