Los teléfonos en la sede de la Asociación para la Donación de Médula Ósea (Admo) de Extremadura en Badajoz no paran de sonar y se han tenido que duplicar los recursos para poder atender la demanda de información de los últimos días sobre el procedimiento y los requisitos para hacerse donante. Esta avalancha de solicitudes ha coincidido con la campaña iniciada por los padres de Carlos, un niño pacense que en mayo cumplirá 4 años y que fue diagnosticado de leucemia (LLA-B) en agosto del 2017.

Carlos está de nuevo ingresado en el Hospital Materno Infantil de Badajoz. «Sigue luchando, se ha acostumbrado otra vez a estar en el hospital, después de un tiempo fuera», cuenta su padre, Job Gómez. El 18 de marzo los médicos les informaron de que se había producido una recaída. Desde que Carlos fue diagnosticado hasta marzo del 2018 recibió un tratamiento intensivo en el hospital y en abril se sometió al de mantenimiento, que tiene una duración de dos años. No ha llegado a terminarlo porque le han detectado que se han vuelto a reproducir células cancerígenas. Ha sido una recaída precoz, pues se ha producido antes de terminar el tratamiento y se ha activado el protocolo para ponerlo en disposición de recibir un trasplante de médula.

Carlos no tiene hermanos y sus padres se pusieron en marcha inmediatamente para captar donantes y así multiplicar las posibilidades de encontrar alguno que sea compatible. La respuesta a Una médula para Carlos no se ha hecho esperar entre sus conocidos, sus vecinos de Cerro Gordo, los compañeros de Carlos en su colegio, el Luis de Morales, el pueblo del padre, Valencia del Ventoso y entre aquellos que han tenido conocimiento de la llamada a través de las redes sociales.

El padre sabe que la respuesta está siendo «muy buena» por sus conversaciones con Admo, que le ha confirmado que se están viendo desbordados por las solicitudes de cita. Admo es la asociación que vertebra la demanda de información y las citas entre quienes quieren hacerse donantes de médula ósea para canalizarlas. La red nacional la gestiona la Fundación Josep Carreras y el registro de donantes es de ámbito internacional. Job Gómez agradece todas las muestras de apoyo que están recibiendo y confía en que esta reacción se traduzca en la aparición de nuevos donantes. «Esto nos anima y nos da mucha fuerza en momentos complicados, porque ver que la gente responde de esta forma te da aliento», comenta, intentando reprimir el desánimo.

La presidenta de Admo, Virtudes Carrasco, explica que esta campaña en favor de Carlos, como otras que se han realizado en nombre de otros enfermos, moviliza a mucha gente «pero nuestra labor es continua». Estos días no paran de dar citas aunque hasta final de mes no sabrán cuántos donantes nuevos se han registrado. Carrasco insiste en que la donación es anónima y no va dirigida a nadie en concreto sino a todos los pacientes del mundo que se pueden beneficiar de un donante compatible. De todas formas, a quien llama para informarse se le comenta que su gesto no es solo para Carlos y la respuesta habitual es que no le importa, que sigue adelante.

Desde Admo quieren transmitir que el donante no pone en riesgo su vida, que donar médula ósea no supone tocar la médula espinal ni la columna vertebral, sino que se trata de donar sangre y que sea rica en células madre. Los requisitos para hacerse donante son tener entre 18 y 40 años (hasta cumplir los 41) y estará sano, aunque se puede donar hasta los 55 años.

Al hilo de la campaña por Carlos, el día 9 habrá una charla informativa de Admo en el Centro de Profesores y Recursos (18.30 horas) y el 12, a la misma hora, en la sala del Ayuntamiento de Valencia del Ventoso, donde además se ha organizado una ruta motera por Carlos, cuyo nombre se ha extendido por las redes con mensajes de buenos deseos.