Las más de 40 asociaciones de empresarios que forman parte de la Federación del Comercio de Badajoz (Fecoba) han decidido iniciar una campaña en contra del proyecto de la multinacional holandesa Rodamco de abrir un gran centro comercial en la parcela de la antigua Hering, en Caya. Consideran que de llevarse a cabo dejará herido de muerte al pequeño y mediano comercio tradicional no solo de la capital pacense y su comarca, sino de prácticamente toda la provincia, en un radio de cien kilómetros a la redonda. Así lo expresó ayer a este diario el presidente de Fecoba, José María Reino, tras el acuerdo adoptado por el comité ejecutivo de la federación, en una reunión celebrada en Olivenza, haciéndose eco del temor expresado por todas las asociaciones de comerciantes.

La campaña se inicia con la colocación de carteles de protesta en los establecimientos asociados y aquellos que quieran sumarse, y con la convocatoria de asambleas y reuniones con todas las asociaciones, con el fin de informar de los acuerdos adoptados y requerir las acciones que los propios comerciantes planteen. Las reuniones se celebrarán en las localidades donde haya asociaciones. También se ha convocado a la junta directiva de Fecoba para que acuerde la adopción de medidas que se deban tomar, en función de las propuestas de los distintos colectivos.

PREOCUPACION Reino manifestó que hay "una enorme preocupación entre los comerciantes, no tanto porque venga una empresa nueva a instalarse en Badajoz, sino por la ubicación, en Caya, que hará de tapón, y porque se instalaría en suelo industrial". Pero para ello, el ayuntamiento tendrá que adoptar un nuevo acuerdo plenario, pues ya hay uno de los tres grupos municipales "que hay que respetar y que no se puede cambiar de la noche a la mañana", añadió.

Los comerciantes insisten una y otra vez en que un centro de esas características será "un muro de contención para que los portugueses y mucha gente de los pueblos que lleguen a Badajoz por la autovía entren en la ciudad", explicó Reino. Y recordó que hay "unas leyes de comercio nacional y autonómica que hay que cumplir y que dicen qué hacer ante este tipo de proyectos".

"Los grupos políticos que adopten la decisión serán responsables de lo que pase con el pequeño comercio, que tendrá que cerrar y echar a gente a la calle", alertó Reino, "porque si pones un tapón en Caya, no vendrán a comer, a beber, a comprar o a disfrutar del ocio y eso no será solo en Badajoz, sino en la provincia. En Mérida me han dicho que hay un autobús que va los fines de semana a Madrid para llevar a gente que quiere hacer compras en Ikea", señaló.

El presidente de Fecoba se mostró muy satisfecho de las reuniones mantenidas con la dirección general y la Consejería de Comercio, "porque fueron muy receptivos, independientemente de lo que hagan después, a la exposición de la problemática del comercio y a nuestras propuestas". Del alcalde, señaló que no les ha informado de nada.

El presidente de los comerciantes del Casco Antiguo, Jacinto Mendoza, ve el proyecto "como una amenaza en cierta manera; en Badajoz abrirá un entro comercial tarde o temprano, por eso, lo que pido es que nos coja preparados, que tengamos listo el centro comercial abierto, porque si se abriera antes sí nos hará daño, es mejor que estemos preparados".

Mendoza recordó que el proyecto comercial está sometido al nuevo plan urbano y que aún debe desarrollarse.

Pilar Barrientos, presidenta de los comerciantes de Valdepasillas y miembro del comité ejecutivo de Fecoba, afirmó que va a perjudicar "sensiblemente a Badajoz. El Ministerio del Comercio ya alertaba hace unos días de que hay saturación de centro comerciales, pero es que además, la oferta de Badajoz es una tarta que está ya repartida y nos vamos a ver muy afectados; y si el proyecto lleva una oferta de ocio complementaria no será solo a Badajoz, será a todos a más de cien kilómetros a la redonda".

IMPACTO Barrientos apoya la campaña de Fecoba y anuncia movilizaciones, aparte de la colocación de carteles, que se concretarán en las reuniones con las asociaciones. Además, señaló que han solicitado a la Dirección General de Comercio "un estudio del impacto comercial que va a suponer", y que , la Junta es la que tiene la última palabra.

Vicente de la Hoz, presidente de la asociación de San Fernando y miembro del comité de Fecoba, consideró que el proyecto para la antigua Hering "será un muro que afectará a mucha gente; si se hace habrá cierres, y no yo, que vivo del barrio, pero sí afectará a muchos en distintas zonas de Badajoz, porque los portugueses y otros visitantes no llegarán al centro".

De la Hoz confirmó que "se van a hacer cosas importantes porque esto es un escándalo; nos quitará el 80% o el 90% de la clientela portuguesa". Y añadió que "no estamos dispuestos a permitir que Badajoz se quede muerto".