Hay más gente en las tiendas y mirando escaparates, pero compran menos que hace un año. Este es el panorama dibujado por los comerciantes de Badajoz a la hora de hacer balance de la temporada de rebajas, que aunque se prolonga oficialmente hasta el 31 de agosto, en realidad ha superado ya la fase de mayor actividad, que se circunscribe al mes de julio.

Según los datos aportados ayer por el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Calle Menacho y Adyacentes, Emilio Doncel, las ventas en rebajas se han reducido un 5% respecto a julio del 2010 y los comerciantes calculan que esta disminución se extenderá al mes de agosto y se cumplen así las previsiones.

Doncel, sin embargo, no se muestra excesivamente pesimista, pues es consciente de que detrás de este dato negativo está la influencia de la crisis económica, que desmotiva el consumo y que hay otros sectores en los que la repercusión de la mala situación está siendo más preocupante. Por eso, el presidente de los comerciantes de Menacho considera que el balance no puede ser negativo y apunta que, al mismo tiempo, se ha incrementado la presencia de potenciales clientes en las tiendas, de los que se han contabilizado un 3,5% más que en el mismo periodo del año anterior. Doncel interpreta estos datos alegando que la gente sigue acudiendo, pero se retrae a la hora de decidirse a gastarse su dinero. "Antes se compraba con más alegría y ahora se lo piensan más", señala.

El primer fin de semana de julio (las rebajas comenzaron el viernes 1 y el domingo 3 abrieron las tiendas) fue "muy bueno", según Doncel, quien extiende a los diez primeros días del mes el periodo de mayores ventas. Solo el primer sábado de las rebajas se contabilizaron en la calle Menacho 40.000 personas y al día siguiente bajaron, pero no fueron menos de 28.000 los que salieron de compras. A partir de entonces la media diaria en julio ha sido de 20.000 clientes.

Las ventas se han ido reduciendo y en lo que queda de agosto, esta asociación confía en que las ventas no se estanquen con la demanda que pueda surgir entre los visitantes que estos días se acercan a la ciudad con motivo de las vacaciones. Por esta misma circunstancia, para intentar captar a estos clientes de fuera, hay muchas tiendas en las que en el escaparate mantienen el cartel de las rebajas y en el interior ya han colocado el avance de la próxima temporada. Además, en muchas de ellas adelantan el otoño para que los establecimientos no ofrezcan la triste imagen de estar vacíos.

El balance en otro foco comercial importante de Badajoz como es Santa Marina es parecido. El presidente de la asociación de comerciantes de este área, José Antonio Trejo, confirma que la actividad en julio ha sido "muy tranquila" y que aunque los dos primeros días hubo mucha afluencia de público, que se extendió a la primera semana fundamentalmente, a medida que han ido pasando los días la actividad en las tiendas "se ha relajado bastante".

"Es lo que se esperaba", reconoce Trejo, quien apunta el mismo motivo que todos alegan, y es que "se nota que hay menos dinero". El presidente de Santa Marina confirma que en su zona las ventas durante la primera semana de julio fueron similares al verano del al año pasado, pero en los últimos días se han reducido bastante.

En líneas generales, pocas tiendas se han decantado por ofrecer unas terceras rebajas aunque el presidente de Menacho entiende que habrá quien prefiera seguir bajando los precios para dar salida a toda la mercancía aun reduciendo márgenes o perdiendo incluso su inversión con el fin de obtener liquidez que les permita adquirir los artículos de la próxima temporada. También en Santa Marina algunos establecimientos optarán por ofrecer sus artículos a precios aún más reducidos con unas terceras rebajas, pero es una decisión individual de cada comerciante, según apunta Trejo, para quien hay empresarios que prefieren perder dinero para permitirse comprar más mercancía. El presidente de los comerciantes de Santa Marina también tiene claro que la tan manida crisis económica está detrás de los resultados, que por otro lado no les han sorprendido.