Se buscan mecenas para financiar una réplica de la campana de la torre de Espantaperros y que vuelva a repicar en su espadaña 164 años después de ser retirada de su emplazamiento original (entre 1856 y 1878 estuvo colocada en el palacio municipal). Esta campaña de micromecenazgos, que arrancó ayer y se prolongará hasta el próximo 10 de febrero, pretende reunir los 45.000 euros que se estima que costará la réplica que, si no hay contratiempos, volverá a coronar la torre de La Atalaya la próxima primavera.

Esta iniciativa surgió hace algún tiempo de las asociaciones Amigos de Badajoz y Alcazaba, a las que más tarde se sumó el ayuntamiento, con el objetivo de restituir este bien patrimonial siguiendo la fórmula del sufragio popular que ya se empleó para costear la campana original, aunque en aquella época los vecinos colaboraron con objetos de bronce para fundirlos y hacerla. El ayuntamiento aportará los fondos que falten hasta completar la inversión en caso de que no se llegue a la cantidad fijada, aunque los promotores confían en que no sea necesario, pues la idea nació con la voluntad de implicar a la ciudadanía y que pertenezca a «todos».

La campaña está dirigida a particulares, empresas, asociaciones o entidades públicas y privadas que deseen colaborar. Amigos de Badajoz ha abierto una cuenta bancaria (ES34 3009 001 2326 6579 6922, en Caja Rural de Extremadura) para recaudar el dinero y no se ha establecido ninguna aportación mínima, pero sí serán recompensados quienes donen ciertas cantidades.

La nueva campana será una réplica «exacta» a la original, que está datada en 1517, aunque podría ser anterior. No se dieron detalles sobre sus dimensiones y peso, sí se aseguró que se reproducirán sus inscripciones.

Recompensa

Así, aquellos que aporten 20 euros o más podrán ver escrito su nombre en la placa con la lista de mecenas que se instalará en el interior de la torre, y cuando esa cantidad supere los 500 euros ocupará una posición preferente e incluso se podrá poner el logo del colectivo o empresa. Para ello deberán escribirlo en el apartado de concepto al realizar la transferencia bancaria. También se puede dejar en blanco si se desea que la aportación sea anónima.

Esta iniciativa la presentaron ayer en las Casas Consistoriales el concejal de Turismo y Patrimonio Histórico, Jaime Mejías, junto a Manuel Cienfuegos, de Amigos de Badajoz, y Esther Broncano, miembro de la asociación La Alcazaba. Todos coincidieron al destacar la importancia del acto, por ser el primer paso para la devolución de un «símbolo» a la ciudad, contribuir a la recuperación del patrimonio y suponer un nuevo «acicate y atractivo» para atraer turistas.

Antes de poner en marcha la campaña, sus promotores han tenido que resolver algunos trámites para que la campana pueda lucir de nuevo en la torre de Espantaperros. En este sentido, Mejías explicó que el Gabinete de Proyectos del ayuntamiento ha elaborado una memoria técnica y arqueológica para su instalación, que se remitió a la Dirección General de Patrimonio, que ya le dio el visto bueno hace un mes.

Asimismo, se ha tenido que solicitar a la Dirección General de Museos la cesión de la campana original, que está destrozada desde que se retiró del ayuntamiento en el siglo XIX y custodia el Museo Arqueológico Provincial, para poder transportarla al taller en el que se fabrique la réplica. Aún no está decidido si se adjudicará de forma directa o saldrá a concurso.

Exposición de la original

Además de pedir en préstamo la campana original para poder replicarla, el ayuntamiento ha solicitado que se pueda exponer durante un tiempo en el Museo de la Ciudad Luis de Morales para que los pacenses puedan ver lo que queda de ella (fue cuarteada en más de 160 trozos cuando se decidió desmontarla con la voluntad de fundirla, intención que frustró la Comisión de Monumentos por su valor histórico).

Las primeras aportaciones ya se materializaron ayer y los promotores confiaron en que los vecinos de Badajoz respalden esta iniciativa. En este sentido, Manuel Cienfuegos insistió en que para que, teniendo en cuenta la actual situación, todo el mundo que lo desee pueda colaborar no se exige una cantidad mínima y además se permiten las aportaciones por familias o grupos, cuyos nombres también aparecerán en la placa si el donativo es de 20 euros o más.

«Lo que queremos es hacer partícipe a toda la ciudadanía porque sería muy frío que se pusiera la campana sin más», defendió el representante de Amigos de Badajoz, que pretende llevar la campaña incluso a colegios e institutos para que los alumnos puedan sumarse por aulas, además de difundir entre las nuevas generaciones la historia de Badajoz y promover el respeto por el patrimonio.

Mejías apuntó que con la restitución de la campana en la torre de Espantaperros se recuperará una seña de identidad para la ciudad y «parte del orgullo perdido por todos los pacenses».

De alertar a un fuego a repicar por personajes ilustres

La campana de la torre de Espantaperros se usó durante varios siglos para avisar a la población de la muerte de reyes, alcaldes o concejales o alertar de fuegos u otras situaciones de emergencia. Para la réplica que se colocará aún no están definidos totalmente sus usos, pero, según avanzó ayer el concejal de Turismo y Patrimonio Histórico, la intención es que marque el mediodía y la medianoche y de manera excepcional sirva para avisar del inicio y el fin de actividades como el rastro de artesanía del Casco Antiguo o el mercado de Almossassa, además de hacerlas repicar en homenaje a personalidades de la ciudad.